La Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires (Uipba) atraviesa el Día de la Industria sumergida en la coyuntura electoral y resistiendo tensiones internas. Mientras que el vicepresidente y ex titular de la entidad bonaerense, Mario Gualtieri, apuesta a la reelección de Juntos por el Cambio tanto en territorio bonaerense como en la Nación, la actual conducción de los industriales a cargo de Martín Rappallini busca tomar distancia y prepara el camino ante una posible victoria del candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof, quien este miércoles cerrará con una disertación el encuentro de actividades que se realiza en Costa Salguero.
La gobernadora María Eugenia Vidal abrió este martes las jornadas “Somos Industria”. Se trata del Primer Congreso Industrial PyME que organiza la Uipba junto a la Red de Parques Industriales. Todo se da en el marco del Día de la Industria. La mandataria fue invitada a la apertura del evento que contará con el cierre a cargo de Kicillof.
Desde Costa Salguero, Vidal no pudo escapar de la crisis que impactó e impacta en el sector industrial y que generó desazón en las bases de la Uipba. “Hay que convertir esta crisis en un camino de consenso y diálogo. Esta crisis nos demuestra una vez más que no puede haber modelo de desarrollo, modelo que ponga como eje el trabajo, con grietas. Y para eso tenemos que trabajar juntos”, dijo Vidal.
La escuchaban funcionarios y dirigentes de la Uipba que hoy está conducida por Rapallini. Diplomático, Rappallini dijo que “no es momento de hacer reproches” y que hay que “mirar hacia adelante, aprender de los errores y extremar la responsabilidad en aras de encontrar las soluciones urgentes que el país demanda”. La semana pasada, Rappallini mantuvo –junto a otros representantes de la pequeña y mediana empresa- una reunión con Kicillof donde se intentó trazar una agenda de gestión para el sector.
“Coincidimos en que es necesario hacer política industrial regional. Tiene que a haber un foco en el desarrollo industrial”, le dijo Rappallini a Letra P sobre la reunión con el candidato del Frente de Todos.
De perfil liberal y familia radical, Rappallini –abogado y responsable de Alberdi Desarrollo, una empresa que se ocupa de los desarrollos de parques industriales- supo ser crítico de la intervención estatal para el consumo interno. “El problema ocurre cuando un Estado sobredimensiona de tal manera su tamaño y protagonismo que termina estrangulando la capacidad que tiene el sector privado para generar riqueza. Esto es –por desgracia– lo que sucedió en Argentina”, escribió en junio de este año en una columna para Infobae. Sin embargo, en el encuentro con Kicillof sostuvo que el Estado debe atender al fomento de la PyME. La gobernadora Vidal estuvo ocho meses sin designar un ministro de Producción.
INDUSTRIA AMARILLA. El presidente de la Uipba conduce esa entidad desde 2018. En los dos primeros años de la gestión Cambiemos la Unión Industrial fue presidida por Mario Gualtieri. Como informó Letra P, la presidencia de Gualtieri fue una designación a varias bandas.
Gualtieri es director de Ternium, una empresa productora de aceros planos y largos, perteneciente al grupo ítalo-argentino Techint. También es el vicepresidente primero de Autopistas Urbanas (AUSA), una sociedad anónima cuyo accionista principal es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y gestiona las autopistas de la Ciudad. Aunque los socios de la entidad desencantados con su designación le adosan como pergamino haber sido vecino del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli. Como fuera, Gualtieri fue y es un empresario afín al actual Gobierno.
Esa particularidad también fue representada por Rappallini hasta que la coyuntura lo obligó a no tomar tanto partido. “Estos cuatro años han sido muy adversos para las PyMES”, admitió a Letra P luego del discurso de Vidal, este martes. Gualtieri, en cambio, días atrás pidió votar a Vidal y a Macri. El llamado electoral levantó la temperatura en la regional de los industriales de Avellaneda, donde Gualtieri integra la comisión directiva.
La Mesa de Industriales Bonaerenses que emergió para jugar un respaldo pleno a la candidatura de Vidal en 2015 hoy se encuentra en estado de crisis. En ese entonces, el titular de la Uipba Osvaldo Rial buscó retener la entidad ya sin Scioli en el Gobierno. Duró algunos meses. La crisis venidera a partir de 2016 que impactó sobre todo en las PyMES nucleadas bajo el paraguas de la Uipba puso a las autoridades en jaque y generó el descontento de las bases. Ahora, casi contrarreloj, buscan sobrevida con un posible gobierno de Kicillof.