Aunque el continente americano solo alberga el 13% de la población mundial, registra el 42% de las víctimas de homicidios en el mundo, una situación especialmente grave en América Latina, región azotada por problemas de desigualdad, debilidad de los sistemas judiciales y fortaleza del crimen organizado.
América es la única región en la que esa tasa ha crecido desde 1990, apunta el informe.
Los únicos cuatro países con tasas de homicidio de más de 40 por cada 100.000 habitantes están en América Latina: El Salvador (62,1), Venezuela (57), Jamaica (57) y Honduras (41,7).
La ONUDD destaca especialmente el caso de Venezuela, donde se ha registrado "el más dramático incremento" de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100.000 habitantes entre 2012 y 2017.
En Brasil, la tasa de homicidios subió a 30 en 2017 y se estima que 1,2 millones de personas han sido víctimas de homicidios intencionales entre 1991 y 2017.
De hecho, el incremento de las muertes en este país y en México, ambos muy poblados, explica en buena parte el alza global de la tasas de homicidios en los últimos dos años, tras décadas a la baja.
En cambio, la ONUDD refiere la reducción del número de homicidios experimentada por Colombia en ese período, al pasar de 80 a 25 por cada 100.000 habitantes, algo que atribuye en parte a la "intensificación de la acción estatal contra el tráfico de drogas".
Aún por encima de la media mundial de 6,1 homicidios por cada 100.000 personas, se ubican Argentina, Perú, Uruguay y Nicaragua, mientras que solo Chile, con 3,1, se encuentra por debajo de la misma.
Al referirse a las causas del elevado número de homicidios en América Latina, el informe señala que la criminalidad organizada, en especial la relacionada con el tráfico de drogas, está detrás de buena parte de esas muertes.
En el informe, la ONUDD advierte que "una justicia débil conduce a la impunidad y crea un ambiente en el que los criminales pueden operar más fácilmente".
En 2016, solo el 43 % de todos los homicidios cometidos en América fueron resueltos por las fuerzas policiales, la tasa más baja del mundo y casi la mitad de Europa.