La jugada de Miguel Ángel Pichetto de vaciar la candidatura presidencial de José Luis Espert robándole el apoyo del diputado del Parlasur Alberto Asseff y su partido UNIR para evitar fuga de votos de Juntos para el Cambio tiene su correlato en la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo puso parte de su maquinaria electoral a trabajar en la generación de frentes de conflicto al interior del peronismo unido que amenaza con desbancarlo del principal distrito electoral del país: las internas en comunas como Marcos Paz, Tres de Febrero, Pilar y Quilmes son muestra de ello.
La avanzada para intentar dividir a la oposición promoviendo y financiando candidaturas en las comunas mencionadas se asienta, en principio, en la mala gestión de los propios jefes comunales. Nicolás Ducoté (Pilar) y Martiniano Molina (Quilmes) que no logran hacer pie en los distritos que comandan. Y, a falta de perspectivas positivas por propia incapacidad a lo que se suma el contrapeso de la marcha de la economía, que golpea fundamentalmente en el conurbano, la usina de campaña comandada por Federico Salvai que busca la reelección de María Eugenia Vidal resolvió girar los cañones: mientra sostiene como puede a sus representantes en los pagos chicos, apuntan a dinamitar cualquier frente unido que pueda acarrearles problemas.
Toda la movida tiene costos operativos y el dinero necesario para incentivar y promover armados provendría de diversas cajas de la política. Según las fuentes, José Torello, jefe de asesores de la presidencia y hombre de plena confianza del Presidente, monitorea y reporta cada movimiento y marcha de negociaciones al núcleo duro que comanda Mauricio Macri.
En Pilar, el oficialismo pesca en piletas peronistas y con operadores en los bordes del PJ aviva rencores. Invita a armar oposición o a formar parte del cambio. Lucía Ravina, secretaria privada del intendente y jefa de campaña blanqueó que salieron a la caza de espacios que no irán con el Frente de Todos: “Buscamos alianzas estratégicas que podamos sumar”, aseguró. El espacio de Inés Ricci y Flavio Álvarez, concejales que abandonaron el Frente Renovador, está en la mira.
