Los principales integrantes de la cúpula de la CGT se madrugaron de la decisión de colocar a Miguel Pichetto en la fórmula presidencial oficialista llegando o ya instalados en Ginebra, donde participan de la reunión anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Desde la ciudad suiza, Héctor Daer aseguró que "con su candidatura, Pichetto prioriza su proyección personal" y consideró que el senador tomó ese camino porque "ya no tenía lugar en el peronsimo".
La noticia impactó en los dirigentes de mayor peso del país, sobre todo en aquellos que desde el año pasado apostaron por la vía de una candidatura que no fuera la de Cristina Fernández de Kirchner y que encontraron lugar en la conformación de Alternativa Federal. Principalmente en la figura del ex ministro de Economía Roberto Lavagna.
El secretario general del CGT evaluó que el movimiento del flamante candidato a vicepresidente apunta a "ubicarse en un lugar y en un mundo diferente" y opinó que el rionegrino "hizo todo lo necesario para estar en el lugar que Macri le propuso".
Daer, a diferencia de algunos de sus compañeros del Consejo Directivo de la CGT, nunca se inclinó por la opción del peronismo federal y se integró a la Mesa de Acción Política del Partido Justicialista. Cuando se anunció la fórmula Ferrnández-Fernández, el líder del gremio de Sanidad fue uno de los primeros dirigentes que celebró la postulación del ex jefe de Gabinete y el corrimiento de la ex mandataria.
"En términos políticos, la candidatura de Pichetto no le agrega nada al oficialismo, pero tampoco afecta el potencial del espacio que integramos los que creemos que Argentina tiene que tener otro rumbo" evaluó. Según Daer, "el espacio que tiene como eje al peronismo, y que lleva como presidente a Alberto Fernández, poco a poco está integrando a la totalidad de los dirigentes de nuestro movimiento".
Este martes, durante la reunión entre el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, nuevos dirigentes sindicales se sumaron al espacio. Antonio Caló de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), por caso, no había dado aún señales de alineamiento electoral, mientras que el bancario y jefe de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo, también estuvo en las oficinas de Avenida del Libertador. Carlos Acuña, integrante junto a Daer del binomio que conduce la central, se integró a la reunión por el bando renovador en función de su respaldo a Massa.
A eso se suma la decisión de UPCN de integrarse al frente electoral del peronismo porteño, un movimiento que anticipa el cambio de estrategia del jefe de los estatales, Andrés Rodríguez, que podría ser la señal de que quienes acompañaron a Lavagna, ahora irán detrás del frente massista y kirchnerista.
Una vez que concluya la cita anual de la OIT, se espera que se concrete una reunión formal entre Alberto Fernández y los dirigentes de CGT, entre ellos el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, y el de Obras Sanitarias, José Luis Lingieri, quienes blanquearían su respaldo a la fórmula peronista.
Desde la llegada al poder de Cambiemos, la CGT afinó su relación con los bloques peronistas, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. A través de ese canal, el sindicalismo se garantizó la aprobación de sus proyectos de ley, entre ellos los que buscaron frenar los despidos y, al mismo tiempo, impidió el avance del paquete de leyes que le daba forma a la reforma laboral que pretendía el Gobierno.
Sin embargo, Daer le bajó el precio al papel que jugó Pichetto en ese proceso. "Nunca fue interlocutor de la CGT de manera personal. Inicialmente fue parte del bloque del peronismo y, una vez que se dividió, la central interactuó con los dos bloques", dijo.