Con el mismo tono que esgrimió la semana pasada en la planta de ABSA en Ensenada, también junto al presidente Mauricio Macri, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, aceleró a fondo en la polarización con el kirchnerismo. Durante su discurso en el marco de la inauguración de talleres ferroviarios en La Plata, la mandataria provincial excavó en la grieta al enrostrar al kirchnerismo las tragedias ferroviarias que signaros ese periodo.
Al hacer alusión a la colocación de frenos automáticos en los trenes, arremetió: “Si se hubiera invertido en eso durante muchos años, hubiésemos evitado la tragedia de Once, la de Castelar, otras que tuvimos que lamentar”.
Sin mencionar el cierre de Ferrobaires y la numerosa cantidad de localidades bonaerenses que se quedaron sin servicio de pasajeros durante su administración, Vidal dijo que la inauguración de este miércoles “no es un hecho aislado”, sino que forma parte de inversiones “en pasos bajo a nivel, rieles y señalética que se empieza a cambiar. Todo eso que no se ve”.
En esa línea, ponderó “la recuperación del tren a Mar del Plata, que arrancó con siete horas y ahora ese trayecto se hace en cinco horas y media”. “No se trataba de cambiar los vagones, sino los rieles”, sostuvo la gobernadora en otro dardo directo a la política ferroviaria de la última etapa del kirchnerismo, referenciada en el entonces ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo.
En ese pasaje del discurso, Vidal tampoco mencionó que en los últimos años ramales bonaerenses como aquel que conecta con Tandil sólo están operativos para trenes de carga, ya que los mismos (por la velocidad lenta en que transitan) son los únicos que pueden andar por los deteriorados tendidos de rieles.
En modo campaña, Macri y Vidal volvieron a mostrarse juntos en territorio bonaerense, donde ambos recorrieron obras en los talleres ferroviarios de la localidad platense de Tolosa, precisamente en 3 y 524, un centro logístico o para el mantenimiento de trenes eléctricos de unos 9 mil metros cuadrados, cuya finalización está prevista para los próximos meses.
Macri y Vidal, en los talleres de Tolosa, La Plata.
Ésta fue la segunda visita del mandatario al Conurbano en menos de diez días. El pasado martes, cuando los gremios opositores realizaban un paro nacional, los referentes de Cambiemos inauguraron obras de una planta potabilizadora en Punta Lara y aprovecharon para polarizar con el kirchnerismo la campaña.
En ese contexto, el jefe de Estado aseguró que “volver al pasado sería autodestruirnos” y le pegó al sindicalismo: “Elegimos arrancar trabajando. En un día en que otros, en un momento difícil del país, deciden parar, nosotros no. Nosotros estamos acá, trabajando para construir ese futuro mejor para todos”.
Macri apuntó a ahondar la grieta 48 horas después de la convocatoria al diálogo del Gobierno, con el envío a la oposición de diez puntos sobre los cuales busca acordar para garantizar la estabilidad política en el año electoral.
Mediante una carta que hizo llegar a cada uno de los convocados, el mandatario nacional invitó a los referentes de la oposición y de otros sectores sociales a “dar una muestra de acuerdo” sobre los diez puntos que el Gobierno considera “imprescindibles para despejar” algunas dudas que existen sobre la Argentina en el marco del proceso electoral.