“Estamos yendo a todos lados, ¿no hay policía provincial? Avisen cuáles siguen trabados. No manden audios, sí la info. Gracias”. La que habla es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en un chat que comparte con directivos de grandes cadenas de supermercados y vendedores de electrónica. La funcionaria se pasó la mañana de este miércoles coordinando el operativo de seguridad en el marco del paro nacional de la CGT. Mientras miraba la acción de cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, seguía en persona la preocupación número uno del Whatsapp con los comercios: el aviso de que algunas seccionales del gremio de Empleados de Comercio estaban bloqueando el ingreso a distintas bocas de expendio para evitar que abrieran sus puertas.
Esa situación disparó una infinidad de reclamos directos de envío de gendarmes y Policía Federal, una especie de delivery de seguridad por teléfono. Bariloche, Bahía Blanca, el oeste bonaerense, Merlo y Junín fueron los primeros en reclamar respaldo oficial. Hubo mensajes de Walmart en San Justo y Tablada y en el mayorista Makro de Bahía. “La empresa Makro agradece el excelente trabajo de las fuerzas federales y el apoyo total para poder operar normalmente”, destacaron dirigentes de ese súper en el chat. Un agradecimiento similar se dio en comercios más pequeños, como Santino y Alderete, que le mostraron a Bullrich cuatro fotos en las que se ve la llegada de los gendarmes a proteger el lugar. “Bien!”, respondió la ministra.
Los supuestos bloqueos a comercios encendieron las alertas.
En el Carrefour de Bahía hubo intentos de bloqueo. “¿Se podrá disponer algún patrullaje preventivo en la zona centro?”, reclamó un directivo de la compañía francesa. “Si, ya vamos”, se alistó Bullrich. Lo mismo ocurrió en el Coto de Temperley. Bullrich, abrumada por los reclamos, pidió paciencia y dijo: “Avisen también a la Policía provincial, porque no nos alcanza la gente”, puso un freno, mientras coordinaba el vallado de seguridad para intentar que no se cortasen los puentes Pueyrredón y La Noria.
Lo más llamativo de los pedidos fue la ruptura de una regla de una de las empresas. Un supermercadista mandó un audio de Whatsapp. “Sra. Ministra, este un audio del gremio de Comercio en Bahía, extorsionando al gerente de la sucursal para que cierre porque sino te vamos a mandar inspecciones (sic)”. “Makro no cierra”, remata. “Perfecto, nos quedamos en la puerta. No cierren”, respondió la ministra y pidió que hagan la denuncia.