Como es inevitable en un tiempo incierto y teñido por lo preelectoral, estos son tiempos de vasos llenos por la mitad; la evaluación depende de quién observe. El Ministerio de Hacienda se anotó como un éxito su última licitación de Letras del Tesoro en dólares (Letes), en la que cometió la osadía de adentrarse en terreno desconocido y ofrecer papeles con vencimiento posterior al cambio de gobierno. El vaso medio lleno indica que lo logró y a una tasa inferior a la que muchos temían; el medio vacío puntualiza que el costo escaló a un muy considerable 6,21% y que la operación siguió congestionando de vencimientos el corto plazo.
“Esa tasa no es algo bueno. Es como un paciente que abrió los ojos pero que sigue en terapia intensiva”, le dijo a Letra P un jugador importante del mercado.
Según informó en un comunicado emitido el martes a última hora por la cartera que dirige Nicolás Dujovne, tras el cierre de la operación, el Tesoro colocó 600 millones de dólares en Letes con vencimiento el 26 de julio próximo y 300 millones que expirarán el 20 de diciembre, diez días después del recambio presidencial, es decir en etapa de plena incertidumbre. ¿Estará entonces en la Casa Rosada un Mauricio Macri confirmado? ¿O lo reemplazará Alberto Fernández?
Además de ponderar que el Tesoro logró renovar la totalidad de lo que vencía y colocar incluso algo más, hay que analizar el costo de la colocación. En el primer caso, la Tasa Nominal Anual (TNA) fue del 4% y, en el segundo, del 6,21%. ¿Salió caro o barato?
Amílcar Collante, del Centro De Estudios Económicos del Sur (CESUR), se cuenta entre los que, ponderando lo difícil que es la coyuntura, ven el medio vaso lleno.
“En este contexto electoral (la colocación) fue importante, así como el monto de las ofertas. Eso implica que el vencimiento no se reflejará en un drenaje importante de reservas”, le dijo a Letra P. “Además hay que tener en cuenta que esas Letes a 210 días le vencen al próximo gobierno. Y, según parece, los entes públicos no tuvieron un peso tan importante en la licitación”, agregó.
Collante comparó el 6,3% que resultó de las Letes “largas” con “el rendimiento de los bonos que vencen en un año y medio, que es del 16,6%. Eso también es positivo”, indicó.
Pero las opiniones vienen en degradé.
Leandro Ziccarelli, coordinador del Observatorio Monetario-Financiero del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), consideró que “más allá de la tasa, lo importante es que se sigue pudiendo rollear (renovar) en el segmento interno a tasa de mercado. Eso no está saliendo mal, dada la coyuntura”, concedió. Sin embargo, “es una realidad que esto no es muy sostenible en el tiempo, justamente porque se va rolleando a tasas cada vez más altas. Ahora hay que ver cómo renuevan las Lecer (letras atadas al CER, la inflación) y las Lecap (en pesos); la semana que viene vencen más de 85 mil millones de pesos”, advirtió en diálogo con este portal.
Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders, le dijo a Letra P que “el costo para la tasa larga es alto, sabiendo que vence este año y que los pagos están garantizados por el FMI. Todas las dudas están depositadas en 2020”.
"El costo para la tasa larga es alto, sabiendo que los pagos están garantizados por el FMI. Todas las dudas están depositadas en 2020”,dijo Gustavo Neffa.
En su mirada, “ese costo elevado refleja la fragilidad actual en materia de deuda y el escenario político que viene para fin de año”.
Pero no todo es negativo, aclaró, ya que “la licitación estuvo sobre suscripta, que es lo que importa por ahora. Pero la tasa debería pegar un gran salto cuando se empiecen a licitar vencimientos para 2020”.
El de los vencimientos es todo un tema, sobre todo por su acumulación a corto plazo. De acá a fin de año, al día de hoy, están previstos pagos (o renovaciones) por 11.510 millones de dólares en Letes, el equivalente a otros 7.350 millones de dólares en Lecap, 1.473 millones en Lecer y, por último, 1.200 millones en Lelink (letras dollar-linked, que se pagan en pesos según la cotización del dólar). Todas las siglas, todas con nada menos que 21.536,7 millones de dólares antes de los festejos de fin de año. De ahí la importancia de que, aun costo un costo muy alto, el mercado doméstico no haga lo mismo que el externo y permanezca abierto para renovar la deuda que vence.
El analista financiero Christian Buteler señaló, al respecto, que “es positivo que se haya renovado el 100%, pero que una colocación de 300 millones de dólares a siete meses tenga que rendir 6,2% no es un dato positivo. ¿Pudo haber sido peor? Sí, claro. Pero no es algo bueno”.
“Lo otro que me preocupa es la fuerte concentración (de vencimientos) que están haciendo para los días previos a la elección, lo que puede llegar a ser un dolor de cabeza fuerte”, advirtió.
El trader mencionado más arriba imagina que, dado este escenario y la incertidumbre que impone el año próximo, el Tesoro pondrá énfasis en lo inmediato en la colocación de papeles bien cortos, a 60 días, de modo de sobrellevar la urgencia.
Pablo Castagna, director de Portfolio Personal Inversiones, estimó que “se da un hecho curioso, en el sentido de que “los dos lados de la grieta se atribuyen el mérito por la calma del mercado de los últimos días. Eso nunca lo vi”.
“El kirchnerismo asegura que el mercado aceptó la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner y el macrismo dice lo contrario, que el nuevo escenario lo fortalece. Según unos u otros tengan razón, el mercado va a terminar yendo para abajo o para arriba. Por ahora, hay que esperar”, remató.
No queda más remedio.