Movimiento de votos en Rosario

Se desarrollaron las elecciones primarias en Rosario y con ello las internas en el Frente Progresista y Cambiemos. Con un 97,33% de las mesas escrutadas, Pablo Javkin superó con 90.259 votos a Verónica Irizar, que obtuvo 81.776. Roy López Molina capitalizó 59.766 sufragios y se impuso a Jorge Boasso, quien obtuvo 37.319 votos. Roberto Sukerman, sin internas, fue el candidato más votado en la categoría a intendente, con 107.860 adhesiones.

 

Si retomamos las mediciones del mes de marzo de la consultora Episteme, previas a la elección, los votantes de Irizar, en un 86%, sostenían que “votarían seguro” o “podrían votar” al socialismo. De modo que estábamos frente a un voto "duro" del Frente Progresista. Distinta era la situación de Javkin, ya que, de quienes lo elegían en la intención de voto para la intendencia, un 29% aseguraba que “jamás votaría al socialismo”. De modo tal que la pérdida potencial del Frente Progresista hacia las generales si Irizar ganaba era de un tercio de los votantes de Javkin. Como el resultado fue inverso, es razonable concluir que Javkin retiene la mayoría de los votos de Irizar.

 

Respecto a la interna de Cambiemos, el 55% de los votantes que elegían a Boasso como candidato a intendente, en simultáneo también aseguraban que “jamás votarían a Cambiemos”. Con tales datos, podía suponerse que, solamente en el caso que Boasso gane la interna, estarían las condiciones para que tal grupo se mantenga eligiendo a Cambiemos para la intendencia. No obstante, frente a los resultados de las primarias, López Molina tiene probabilidades de perder parte de ese porcentaje de votos que generó la interna. Esto es una limitación para el actual edil de Cambiemos, pero también una oportunidad para los demás contrincantes electorales.

 

 

 

Las razones de este posible corrimiento está en que el crecimiento de López Molina está sujeto a las variables de opinión pública a nivel nacional. Principalmente, la imagen de Mauricio Macri y la expectativa respecto al futuro de la economía. Tales variables junto al rechazo hacia el kircherismo, explican de manera mayoritaria el comportamiento electoral de los votantes macristas en Rosario.

 

Ahora bien, ¿hacia dónde pueden dirigirse los votos de Boasso? A mediados de 2018, los votantes de Sukerman aseguraban en un 72% que “podrían votar” o “votarían seguro” al kirchnerismo. Asimismo, un 81% también sostenía que “jamás votarían” a Cambiemos y el 91% tenía una imagen negativa del Presidente. De modo que su intención de voto se encuentra limitada por la polarización nacional. Esto se observa empíricamente cuando se les consultó a los votantes de Boasso, previo a la elección, que elijan una segunda opción en el caso que su candidato no se presentara. Allí Sukerman no obtiene adhesiones como segunda opción a Boasso. Distinta es la situación de Javkin, ya que el Frente Progresista cuenta con referentes que gozan de imágenes positivas que superan el 50%. Tal es el caso de la intendenta Mónica Fein o el gobernador Miguel Lifschitz

 

En conclusión, Javkin puede retener los votos de la interna del Frente Progresista pero López Molina podría capitalizar solamente la mitad de los votos de su contrincante. Este grupo de votantes "vacantes" podría virar hacia Javkin, por ser una opción "light" del socialismo sin saltar directamente a una opción anti-macrista, como Sukerman. No obstante, tampoco hay que descartar los efectos de las estrategias en la campaña electoral y el crecimiento de la participación del padrón que se da en las elecciones generales. 

 

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