

Santa Fe ha sido precursora en materia de avances electorales. Lo fue en 1912 cuando le tocó ser el primer distrito en poner en práctica el voto secreto, universal y obligatorio dispuesto por la Ley Saenz Peña. Y también desde 2011, cuando abandonó las boletas partidarias tradicionales e implementó, por primera vez en la Argentina, la boleta única de papel que con su simpleza y transparencia ha logrado la adhesión de todas las fuerzas políticas y de la sociedad, al punto que ya no recoge discusión alguna.
La boleta única significa que todos los candidatos que compiten para un mismo cargo son presentados al elector en una sola boleta. Es decir, una boleta por cada una de las categorías: gobernador, intendente, diputado, senador, concejal.
Una vez que el elector tiene las cinco boletas en su box -cada una de diferente color entre sí-, se encontrará con la foto y nombre de los diferentes candidatos, con el correspondiente nombre de la lista, del partido y frente político, y su logotipo, y a su lado un casillero para tildar la opción con lapicera.
En 2015 se eliminó el casillero de voto en blanco, por eso con sólo entregar la boleta sin marcas vale para validar esta decisión. Una vez elegida la opción, se dobla cada una de las cinco boletas y se introducen en la ranura de la urna que corresponda a su categoría.
La ubicación de los candidatos en la boleta única se determina mediante sorteo de la Lotería de Santa Fe para evitar arbitrariedades y preferencias. Todo lo dicho permite al elector identificar más fácil y rápidamente en qué tipo de elección vota y por cuáles partidos y candidatos.
VENTAJAS. El diseño es sencillo y fácil de entender, sobre todo en las categorías legislativas. Con las boletas tradicionales se vuelve engorroso que figuren todos los candidatos de la lista y sus suplentes. En este caso, sólo figura el rostro de quien encabeza la lista (diputado, concejal) más el nombre de los siguientes dos integrantes de la misma.
Este mecanismo electoral termina con el famoso “voto sábana” por el cual un elector que elige al candidato principal termina votando la boleta completa sin prestarle atención a las demás categorías. Es decir que da libertad y facilidad de elegir a un candidato de otro partido y de otra categoría sin tener que cortar la boleta.
Además, se evitan los efectos de las “listas colectoras”. Como hay una boleta única por cada categoría, varios candidatos no podrán sumar votos para una categoría superior, y tampoco se dará el “efecto arrastre” de una categoría superior a una inferior.
EL ESTADO IMPRIME. La Legislatura santafesina aprobó en 2010 la ley N° 13.156 de Sistema de Boleta Única y Unificación del Padrón Electoral. Desde entonces, el oficialismo ha levantado el sistema de boleta única como bandera institucional.
Oscar Blando, director provincial de Reforma Política y Constitucional, dijo a Letra P que la característica fundamental es que el Estado es quien toma la responsabilidad de diseñar, imprimir y distribuir las boletas en lugar de los partidos políticos. De esta forma no puede haber entrega anticipada de boletas ya que las provee el día de la elección.
La impresión a manos del Estado termina con el negocio de la impresión de boletas y garantiza que todas las candidaturas estén disponibles para los votantes, y que todos los partidos y frentes tengan un espacio y visibilidad equivalentes.
Pero también acaba con las prácticas sucias de la política que en los actos electorales se materializan en el robo u ocultamiento de boletas en el cuarto oscuro, ya que es el presidente de mesa el encargado de entregar una boleta a cada elector en mano. También ataca prácticas clientelares y elimina la posibilidad de distribuir boletas falsas o adulteradas de los adversarios para perjudicarlos.
Según Pablo Javkin, autor del proyecto y hoy competidor dentro del Frente Progresista por la intendencia de Rosario, “lo más importante es que al votante no le va a faltar parte la oferta electoral; ningún candidato va a sufrir no estar en el cuarto oscuro”. El único punto que mereció críticas fue el casillero del voto en blanco que terminó eliminándose.
VOTO ELECTRÓNICO VS BOLETA ÚNICA. Blando explicó a este portal que el mundo no va hacia el voto electrónico, puesto que sólo cinco países lo usan y muchos dieron marcha atrás. “El sistema más perfectible lo tiene Santa Fe. Mantenemos la boleta única como dicen los expertos como el Cippec, Poder Ciudadano, Cámara Nacional Electoral y no privatizamos el tema. Nos diferenciamos del voto electrónico y del eufemismo de una marca que es ‘Boleta Única Electrónica’ que usa CABA y Salta, por ejemplo”, finalizó.
Lo que está haciendo Santa Fe para corregir errores pasados es rodear de tecnología la boleta única y el proceso de las autoridades de mesa a través de pruebas piloto: los telegramas se confeccionarán de manera manual y se enviarán mediante un celular y no por fax. Sólo en Santo Tomé la autoridad generará el telegrama a través de una Tablet, la cual puede sugerir errores.
“No ponemos una máquina entre la persona que vota y la urna, ni tampoco la urna electrónica, sino asistimos a las autoridades de mesa con algunas tecnologías”, finalizó.
Anselmo Torres dijo que esa es la lucha que hay que dar. La gobernadora se retiró sin escuchar a la vicepresidenta y el calor del auditorio se hizo sentir.
El único legislador provincial amarillo salió a cuestionar el acto en Viedma. Criticó a la casa de estudios por sumarse "a la lista de las universidades militantes".