Juan Monteverde, líder del partido Ciudad Futura, promovió desde el año pasado una gran PASO opositora para enfrentar a Cambiemos en Rosario. Pensó, incluso, al socialismo dentro de ese esquema. Luego, ya sin el PS, integró lo que se llamó Diálogos Abiertos, un núcleo de peronistas, progresistas y centroizquierdas. A su vez, coincidía con el plan de la precandidata a gobernadora María Eugenia Bielsa de conformar una interna entre el PJ y otras fuerzas. Hasta el último día de cierre de listas, Ciudad Futura pugnó por participar de ese esquema. No pudo ser. De todos modos, será candidato a intendente de Rosario, en alianza con el Frente Social y Popular. Concejal desde 2015, el referente de Ciudad Futura lamenta que Bielsa haya perdido internamente ante “los sectores más conservadores” de su propio espacio. Confiado, habla de una “elección pareja” en Rosario, y aventura: “No hay tanques, somos todos Fiat Uno”.
-Estuvo a punto de concretar una competencia interna con el peronismo. ¿Por qué no se dio?
-La idea original no era que Ciudad Futura compitiera con el peronismo sino armar una interna amplia con distintos sectores: el peronismo, sectores del progresismo, la centro izquierda, la izquierda… algo bien amplio, donde cada uno llevara su candidatura. Era una idea innovadora, donde cada uno llevaría su candidato a intendente y su proyecto en las categorías legislativas. Pero terminó primando la lógica más conservadora de los partidos, los que no están planteando ganar sino obtener una banca en algún lado. No tuvimos las garantías.
-¿A qué sectores se refiere?
-Lo digo en general, no tienen nombre y apellido. En su momento, María Eugenia (Bielsa) quiso hacer otra cosa, pero sobre el final se terminaron imponiendo dentro de su espacio los sectores que querían esta lógica más conservadora. Digo que no se dieron las garantías porque éramos nosotros yendo a una interna del peronismo sin nada.
-Había una línea entre la precandidatura de Bielsa a gobernador y la suya intendente. ¿La responsabiliza por no alcanzar el acuerdo?
-No digo que ella fue responsable, sino que, sobre el final, no quiso, no pudo, no supo cómo priorizar lo importante y decir “no” a las presiones internas que tenía para hacer algo tradicional.
-¿Bielsa quedó presa de decisiones internas?
-Creo que sí. Al principio del año ella ponía más lo transversal, que era lo importante, y después terminó privilegiando una lógica mucho más PJ y ahí ya se había desvirtuado todo.
-¿No había lugar para ustedes en ese esquema?
-No. Lo que quedaba era que nosotros teníamos que ir a una interna del peronismo y ese no era el proyecto original.
-¿Hay lugar fuera de los tres tanques, de Cambiemos, el PJ y el Frente Progresista?
-Sí, porque no hay tanques, somos todos Fiat Uno y vamos a una carrera de Fiat Uno. Cambiemos, que era el tanque el año pasado, está totalmente en caída libre producto de las políticas nacionales. El socialismo viene repitiéndose y no tiene proyecto de futuro para ofrecer. Y el peronismo no ganó en la época de esplendor del gobierno nacional anterior y ya perdió con los mismos candidatos en Rosario. Todo está más parejo, el resultado está muy abierto y nosotros somos los únicos que tenemos proyecto de futuro para ofrecer. Por dos cosas: porque, a diferencia del resto, nunca gobernamos y porque somos los que llegamos a esta elección con un componente de novedad y unidad mayor.
-¿Se van a mantener prescindentes en la contienda a gobernador?
-Hoy no tenemos candidato a gobernador. Nuestras tres candidaturas son la mía a intendente, la de Caren Tepp, a concejal, y la de Carlos Del Frade, para diputado. Llegado el momento, si Ciudad Futura y el Frente Social y Popular quieren tener una posición de apoyar a un candidato que no sea de nuestro partido será una decisión que deberá tomarse. Personalmente, hasta en cierto aspecto personal, estoy muy dolido para pensar en una cuestión provincial, así que nos vamos a concentrar en Rosario.
-¿Dijo dolido?
-Sí. No tengo muchas ganas de pensar en lo provincial porque la política tiene que recuperar una cuestión más de los vínculos entre las personas, el valor de la palabra. Lo que quedó con María Eugenia (Bielsa) es eso. No la responsabilizo, pero creo que también hay que poner los sentimientos en la política.