BIO. Abogada, 55 años, de Morón. Casada, tres hijos. Dejó la UCR en 2007 y fundó el partido GEN, que todavía lidera. Su pelea central es contra la corrupción y, particularmente, contra la que le imputa al kirchnerismo. Hasta 2017 fue diputada nacional. Compitió por la Presidencia y tres veces por la gobernación de Buenos Aires. Para ella es suficiente: no se postulará este año.
-¿Cómo se ubica su espacio en el escenario de la polarización?
-Tenemos desde hace mucho tiempo una definición: ni Mauricio Macri ni Cristina Kirchner. Ninguno de los extremos. Es una polarización que es muy perversa para la Argentina y un buen negocio electoral para quienes están en esos extremos. Vamos a tratar de fortalecer un espacio intermedio que está vacante, que hoy tiene un público de arriba del 40%, y vamos a participar de ese lugar con identidad propia. Venimos trabajando desde hace mucho tiempo con Libres del Sur, con socialistas, con algunos sectores del radicalismo, con la intención de definir un perfil propio que es la agenda que tiene que tener cualquier futuro gobierno. Por lo tanto, vamos a participar en ese espacio progresista, que interpreta la agenda de género, la agenda ambiental, los derechos humanos, la lucha anticorrupción. Queremos llevar nuestro perfil a esa discusión, pero en el fortalecimiento de un espacio intermedio, y en eso coincidimos con Florencia (Casamiquela), por ejemplo.
Stolbizer dijo que no será candidata a gobernadora (Foto: AGLP)
-En este espacio intermedio apareció la opción Lavagna. ¿Qué le parece?
-Cuando tomamos la decisión de que ése era nuestro lugar no estaba Lavagna y nosotros ahí decíamos que había una cantidad de actores: desde Massa, Urutubey, Lifschitz o Margarita o Ricardo Alfonsín. Hoy Lavagna mueve el escenario electoral, porque aparece como una persona que tendría una posibilidad que nosotros no estábamos teniendo y que es poder atraer a algunos de los que estaban en esos extremos; ése me parece que es el gran aporte. De todos modos, creo que hay que tratar de no poner el carro delante del caballo.
"Más allá de las buenas intenciones que Vidal pueda tener, y yo no puedo negar que no las tiene, la gestión no es buena."
-¿Se arrepiente del acercamiento al Gobierno que mantuvo al principio del mandato?
-Yo no voté ni a Macri ni a Scioli, para que quede claro. Nunca tuve ningún tipo de acercamiento. Las dos o tres veces que me junté con la gobernadora (María Eugenia Vidal) fueron las veces en que ella vino a mi casa. Vivimos a cuadras de distancia y hay una relación personal, siempre para cuestiones de la gestión. Nunca, en ningún momento tuve una conversación que me vinculara a mí con la gestión y cuando fui, fui siempre con algún planteo o propuesta, pero nada más.
-Pero apoyó algunas leyes.
-Cuando estuve en el Con,greso en el primer año, voté algunas de las leyes del Gobierno y es justamente el momento que yo rescato como el más positivo, que fue el primer año de gestión, 2016, cuando, no teniendo mayorías parlamentarias y a través de una gestión que yo considero valiosa como la de Emilio Monzó en la presidencia de la Cámara, se pudieron construir acuerdos valiosos. Acompañé la ley del acuerdo con los holdouts en la primera etapa, pero no voté el blanqueo, por ejemplo. Las cosas que están bien se acompañan y en el resto, no.
-¿Y cómo ve la gestión de Vidal?
-Más allá de las buenas intenciones que Vidal pueda tener y yo no puedo negar que las tiene, la gestión no es buena. Uno la mide en términos de lo que conversa con la gente y ve. Si uno toma en cuenta las tres áreas principales que cualquier ciudadano de la provincia de Buenos Aires espera de una gestión, que son salud, educación y seguridad, no estamos mejor de lo que estábamos antes. Tenemos más rutas y eso es bueno para la producción, pero no se le da la importancia que necesita la agenda pública a la educación, por ejemplo. Si se le diera prioridad, no tendríamos los problemas que tenemos todos los años de que las clases no empiezan o de que haya escuelas que no tienen clases por los escapes de gas o porque se les llueven los techos.
"Yo no voté ni a Macri ni a Scioli, para que quede claro" (Foto: AGLP)
"No creo más en el peronismo ni en el radicalismo como actores centrales de la política y no estamos con Schiaretti por su condición de peronista; estamos por la construcción de un frente."
-¿Hay igual, más o menos corrupción en este gobierno que en el anterior?
Es muy difícil cuantificarlo. Yo tengo una cuantificación del gobierno anterior y es de una corrupción enorme, pero, cuando uno mira los negocios ocultos de los sectores financieros, los negocios que se hacen a veces en los ámbitos que no son precisamente en la coima en la obra pública, hay una dimensión casi desconocida, no visible, de los que terminan participando en esos negocios. Si miro la negociación de los parques eólicos, donde participaba la familia del Presidente, eso tiene una dimensión realmente importante y me parece que no corresponde decir es más o es menos. La corrupción es un delito aunque roben 50 centavos.
-¿Habla con Massa?
-Sí, hablo siempre.
-¿Es un actor central en esta discusión electoral?
-Sin ninguna duda, es un actor importante. Primero, por las capacidades que tiene. Sigo pensando que es una persona que tiene condiciones de capacidad, de conocimiento, tiene juventud, un gran equipo... estoy convencida de que los mejores equipos técnicos programáticos son los que tiene Massa. Me parece que no es un actor de reparto, es un actor central de la política que viene.
-En Córdoba cerraron un acuerdo con el gobernador Juan Schiaretti. ¿Es necesario el peronismo para pensar un plan de gobierno?
-No creo más en el peronismo ni en el radicalismo como actores centrales de la política. No estamos con Schiaretti por su condición de peronista, sino por la construcción de un frente de amplitud y una visión que supera a su partido de pertenencia originaria. Nos sentimos contenidos y convocados en ese espacio, pero por lo que es el frente Hacemos Córdoba. Hay que salir de ese corset de mirar la realdiad desde peronistas y radicales.
"Los mejores equipos técnicos programáticos son los que tiene Massa. No es un actor de reparto, es un actor central de la política que viene."
-Ha competido por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. ¿Pensar en una Stolbizer candidata a gobernadora es posible?
-No, ni pensarlo, ni cerca. Fui tres veces candidata a gobernadora en la provincia y hay etapas precluidas. Yo hago mi aporte y voy a volver a recorrer la provincia para acompañar a quien vaya, pero me parece que tiene que haber una renovación. No es bueno que uno ofrezca a la ciudadanía lo que ofrecimos quince años atrás.
-¿Qué opinión le merece el mensaje de la ex presidenta Cristina Kirchner sobre la situación de su hija, Florencia?
-Cristina debería haber pensado esto antes de involucrar a la hija, porque Florencia Kirchner está procesada por dos causas que yo impulso, Hotesur y Los Sauces, y lo está por la participación directa que ella tuvo en los directorios de las dos sociedades, aprobando las cuentas de las dos firmas que se utilizaban para lavar dinero de origen ilegal. Ella, como su hermano, retiraba plata de esas sociedades. Las cuestiones que están viviendo afectan a cualquier ser humano, pero siempre me pregunté cómo los padres pueden llegar a ese límite de perversidad tan grande: no solamente ellos cometen delitos, sino que involucran a sus hijos. Me pasó con la familia Kirchner, con la familia Báez. Cristina debió pensar esto antes de involucrarla. Cuando se abrió la caja de seguridad de Florencia y salieron los cinco millones de dólares de una chica que nunca había trabajado, debieron haber pensado ahí... la involucraron en ese momento. Ella no había sido funcionaria pública, no estaba siendo investigada por nada y fueron ellos quienes la implicaron.