Como parte de una estrategia política, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, reunió este sábado a los ministros de Educación de Nación y de Provincia -además de intendentes y legisladores- para hacer una fuerte demostración de poder en medio del conflicto docente que se inició esta semana. La mandataria hizo un repaso de las políticas de mejoramiento edilicio y, fiel a su estilo, optó por suprimir la discusión salarial del sector. A cambio, dijo que “no puede haber interés partidario ni personal por encima de los alumnos”.
El encuentro se dio este sábado en el camping del gremio de Obras Sanitarias (SOSBA), ubicado en Ensenada, el distrito gobernado por el cristinista Mario Secco. Contó con la presencia de legisaldores e intendentes por Cambiemos, además del ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, su antecesor y actual senador nacional, Esteban Bullrich, el titular de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny y el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador.
Hasta allí llegó la mandataria en donde habló para casi 4 mil personas. Como en otros años, la gobernadora eligió despolitizar el reclamo de los gremios docentes. Y en sintonía pace and love, como al inicio de su mandato, dijo que “en este encuentro no vamos a lanzar ningún candidato, ni a pedirle el voto a nadie, ni a criticar ni a insultar ni a escrachar a nadie. Nadie tiene carteles ni banderas de ningún partido”. Sin embargo, nada dijo sobre las condiciones salariales y el pedido de los gremios de una recomposición que empate la pérdida del poder adquisitivo producto de la inflación 2018, que superó todas las estimaciones oficiales.
Vidal, al finalizar el acto (Foto: AG La Plata)
Por el contrario, y casi como entrenamiento de campaña para los legisladores y dirigentes de Cambiemos presentes, Vidal les recordó “la pesada herencia” del gobierno de Daniel Scioli. “Arrancamos a hacer las obras, lo más rápido que pudimos. Hicimos muchas obras, más que antes, con una Provincia quebrada que recibimos”.
Semanas atrás, la gobernadora había recibido a diputados provinciales por Cambiemos. En aquella reunión, les pidió a sus legisladores que se involucren en el debate educativo. Esta semana hará lo propio con el bloque de senadores. En el corto plazo, el Ejecutivo tiene la lupa sobre la paritaria docente.
Esta semana se realizó el primer encuentro con los gremios docentes y no terminó de la mejor manera. El Gobierno acusó al titular del gremio Udocba, Miguel Díaz, de sobreexaltarse en la reunión. En aquel cruce, Díaz responsabilizó de las muertes de la vicedirectora de la Escuela 49 de Moreno, Sandra Calamano y el auxiliar del mismo establecimiento, Rubén Rodríguez ante la explosión de una garrafa en agosto del año pasado. La gobernadora no hizo mención al caso de Moreno.
Luego de aquel reclamo de Díaz, el sindicalista se convirtió en el nuevo enemigo del Gobierno. En diálogo con Letra P, el dirigente gremial sostuvo que “yo no tuve ningún proceder incorrecto, dije lo que había decir”.
Como parte del operativo para mermar el poder discursivo de los gremios, el Gobierno plantó mesas distritales educativa. Allí se debate sobre la situación educativa de la provincia con un lineamiento claro: no perder días de clases. Es decir, cuestionar el derecho a huelga de los gremios docentes. Allí también participan algunos padres y madres.
“Nos sentamos –a discutir- porque somos los primeros en reconocer que hay cosas para cambiar. Porque nos importa, porque no nos da igual y porque creemos que esto se hace entre todos, nadie tiene la verdad iluminada”, remarcó la mandataria.
Además, Vidal expresó que “tenemos que dialogar y reconocer aciertos y errores, para esto están estas mesas distritales. No estamos acá para que el 6 de marzo comiencen las clases, sino para que cambie la educación en serio”.