La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) denunció ante la justicia que los depósitos de las cárceles bonaerenses no tienen suficiente comida para alimentar a las personas detenidas. El organismo presidido por Adolfo Pérez Esquivel advirtió que las licitaciones no se cumplen por falta de pago y que en varias unidades penitenciarias, los detenidos comenzaron huelgas de hambre: “El hambre crece y el correlato directo son las graves afectaciones a la salud por una alimentación escasa, mala y desequilibrada”, recalcaron.
La CPM también reclamó al ministro de Justicia Gustavo Ferrari que tome “medidas urgentes”. El juzgado de ejecución de La Plata también intimó a las autoridades provinciales y penitenciarias a aprovisionar de alimentos las cárceles bajo la advertencia de sancionar económica y penalmente el incumplimiento de la resolución.
En la mayoría de las inspecciones a cárceles realizadas durante el 2019, la CPM constató que las personas privadas de la libertad padecen hambre ya que en los últimos meses se agravó la falta o carencia completa de alimentos en los depósitos, situación que –subrayaron- “ya fue reconocida por funcionarios de la justicia y autoridades carcelarias”.
“La comida que hay es poca y de mala calidad. El resto no llega: en cada una de las cárceles inspeccionadas por la CPM confirmaron que, dentro de las licitaciones contratadas, hay faltantes de alimentos que deberían ser provistos de acuerdo a ese contrato. Las empresas alegan falta de pago por parte de la Provincia. La situación es grave y profundiza la crisis humanitaria de los lugares de encierro en la provincia de Buenos Aires. Ante la desesperante situación, las personas reclaman mediante diferentes medidas”, enfatizó en un comunicado el organismo defensor de los derechos humanos.
Como parte del trabajo de control y monitoreo que viene realizando, como Mecanismo local de prevención de la tortura de Buenos Aires recientemente designado, la CPM le envió un informe a Ferrari para que explique las razones del desabastecimiento y tome las medidas necesarias para proveer de manera urgente los alimentos previstos en las licitaciones contratadas.
El organismo también le reclamó que se garantice la provisión de dietas especiales por razones de salud, algo que –afirmaron- “prácticamente no existe en ninguna cárcel de la provincia, agravando las condiciones clínicas de estas personas que padecen VIH, diabetes, hepatitas, entre otros padecimientos”.
Solo como ejemplo para ver la gravedad de la situación, el organismo graficó: “En junio pasado, la CPM inspeccionó la UP 1 de Olmos, en ese momento había 2.858 personas detenidas; en el depósito de comida sólo había un pallet de arroz, cinco bolsas de lentejas, once bolsas de arvejas y 6.900 kilos de harina. Algunos cortes de carne tenían un fuerte olor nauseabundo y color amarillo. En casi todas las inspecciones, se detecta problemas de este tipo en el stock de carne vacuna: mal refrigerada o contaminada. La carne provista es mala y poca, por ejemplo, el jefe de depósito de la UP 2 de Sierra Chica reconoció que, con el abastecimiento que reciben cada vez, sólo les alcanza para cocinar con carne una vez a la semana”.