Fin de ciclo

Las dos caras de la última puesta en escena de la Vidal gobernadora

Gestos adustos y ausencias notorias contrastaron con el esfuerzo de la mandataria por reivindicar su gestión y un Cambiemos sin grietas. Cero autocrítica y gambeta a preguntas incómodas.

“No puedo negar que todo este equipo siente tristeza por terminar esta etapa, pero también tenemos una enorme tranquilidad por haber dado lo mejor de nosotros mismos”, dijo la gobernadora María Eugenia Vidal rodeada de los miembros de su equipo del Gabinete. Con la mirada fija a la cámara se despidió de la gestión con un repaso de sus cuatro años al frente de la gobernación bonaerense. En la presentación que luego intentaron viralizar con el hashtag #VidalRindeCuentas, desplegó un paquete de argumentos sobre sus acciones y omisiones en un evento que no hubo arenga, tropa de intendentes, ni militantes. Caras largas, ausencias y el “sin tiempo” para la autocrítica. 

 

En poco menos de 60 minutos, la gobernadora expuso los puntos más importantes de su trabajo en la provincia de Buenos Aires durante los últimos cuatro años y respondió una decena de preguntas. Junto a la mayoría de los hombres que la acompañaron durante su mandato -con excepción del ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, que no participó del cierre-, Vidal se dirigió a los presentes en el Centro de Convenciones del distrito de Vicente López y también envió un mensaje a los bonaerenses que siguieron su discurso a través de las redes sociales y la televisión: “Estos resultados son de ustedes, son de su esfuerzo, su valentía. Ustedes son los que lograron que la provincia que encontramos hace cuatro años quedara atrás. Los aciertos son de ustedes, los errores son nuestros”, dijo.

 

Sin embargo, no quiso desmenuzar los tropiezos que llevaron a la derrota a Juntos por el Cambio. “Por las responsabilidades que tenemos no ha habido tiempo de poder dar un debate interno de Cambiemos, de pensar lo que pasó. Ése es el ámbito y no a esta altura sin haber terminado el mandato. Ya habrá tiempo para la autocrítica”, dijo en conferencia de prensa.

 

A diferencia de otros actos encabezados por la gobernadora, el de este martes no tuvo la convocatoria de los encuentros previos a las elecciones. Quedaron espacios vacíos a los laterales de la sala y detrás de las líneas de silla y hubo ausencia de dirigentes importantes en la estructura provincial de Cambiemos. Las butacas ubicadas frente al escenario que encabezó Vidal fueron ocupadas por legisladores bonaerenses, algunos dirigentes nacionales, funcionarios bonaerenses de segundas líneas y un puñado de intendentes. Sólo dijeron presente Néstor Grindetti, de Lanús; Alejandro Federico, de Suipacha; y Martiniano Molina, de Quilmes, quien deberá abandonar la gestión el 10 de diciembre.

 

Llamó la atención la ausencia del jefe de la comuna anfitriona, Jorge Macri, quien, según indicaron a Letra P fuentes de su entorno, está de vacaciones hasta el jueves. Tampoco asistió Julio Garro, de La Plata, ni los jefes comunales Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Nicolás Ducoté (Pilar), Ramiro Tagliaferro (Morón), Jaime Méndez (San Miguel) y Gustavo Posse (San Isidro). De la tropa amarilla del interior no se vio a ninguno.

 

 

 

Vidal fue la única del escenario que tomó la palabra a lo largo de su discurso. Seria, emitió un mensaje pausado que fue aplaudido en ocho ocasiones. Sólo intervinieron otros miembros de su equipo ante una pregunta puntual de la prensa.

 

“No me voy con el bolsillo pesado, pero me voy con la convicción y tranquilidad de haber dado lo mejor de mí y que los bonaerenses lo saben”, señaló sobre el final, frase que causó el aplauso más extendido del mediodía y en el que se colaron algunos gritos en un acto en el que no hubo arenga ni “el sí se puede” característico.

 

“Cuatro años es poco tiempo para resolver problemas estructurales que la provincia arrastra hace décadas”, señaló Vidal. Y advirtió, tal como lo manifestó en algunas entrevistas, que seguirá vinculada a Cambiemos, pero que buscará trabajo por fuera del ejercicio político.

 

Además de brindar datos imprecisos sobre el escenario económico de la provincia post 10 de diciembre, gambeteó los posicionamientos personales al ser consultada sobre las críticas al PRO por parte de Emilio Monzó, no quiso identificar liderazgos en el futuro Cambiemos, no dio precisiones técnicas sobre la actualización del fondo del conurbano y se río ante la consulta sobre la posible quiebra del Banco Provincia.

 

 

 

“Los contratos son una decisión del nuevo gobierno. No corresponde que tomemos esa decisión. Nosotros acordamos en la transición que no hubiera nombramientos en planta luego del resultado electoral. Ya desde las PASO fuimos precavidos y prudentes en ese tema”, dijo al ser consultada por Letra P sobre los 11 mil trabajadores a los que se le vence contrato con el Estado el 31 de diciembre y dejó el poder de decisión al gobernador electo, Axel Kicillof. No mencionó si su equipo había hecho recomendaciones al respecto al mandatario electo.

 

Este medio consultó sobre el conflicto entre el IOMA y la agremiación médica platense, que amenaza con cortar el servicio debido a que la obra social no le paga. Fue cuando Vidal pidió la intervención de su ministro de Salud, Andrés Scarsi, quien se desligó del problema: “Es un organismo que tiene un presidente y un directorio”, dijo, pese a que su funcionamiento está bajo la órbita de la provincia.

 

 

 

Sobre el futuro de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires recordó que el jueves los distintos partidos del espacio se van a reunir en “una mesa común”. “Van a estar representados los intendentes, los bloques legislativos, para mostrar que venimos trabajando juntos, como lo hicimos estos cuatro años, que Cambiemos va a seguir en la provincia de Buenos Aires”. En este punto le pidió al vicegobernador Daniel Salvador que aportara su posición: “Vamos a continuar, adecuaremos las nuevas normas del funcionamiento para el futuro pero ratificando lo que es Juntos por el Cambio”, dijo el dirigente radical, señido a la línea discursiva de la mandataria.

 

El encuentro culminó con una foto. Todos los integrantes de su equipo se pararon, se abrazaron y algunos sonrieron para la que acaso será la última imagen del equipo de gobierno bonaerense saliente. De fondo, en una pantalla, se mostró la imagen congelada de su página –mariaeugeniavidal.com.ar-, una plataforma donde los bonaerenses podrán recorrer su gestión, una plataforma que detalla lo que dejó el paso de Vidal por la provincia de Buenos Aires, según su propia mirada.

 

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