PLANO CORTO | HÉCTOR PONCE

Etín, el señor de la leche

Hace 30 años es el amo de Sunchales, donde está Sancor. Desde allí maneja el sindicato de lecheros a nivel nacional, donde tuvo que enfrentarse a los Moyano cuando fueron por la seccional Capital.

“Bien parado o en la lona, hay que ser buena persona”, es la frase del perfil de WhatsApp que tiene Héctor “Etín” Ponce, el líder de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra). El mensaje pugilístico refleja su historia: fue albañil, mozo, relator de boxeo y, luego de trabajar en la láctea Sancor y hacer carrera sindical, logró ser el número uno a nivel país del poderoso sindicato desde 2002.

 

A la par del ascenso del moyanismo en la CGT y al de Néstor Kirchner en el gobierno nacional, logró que su sindicato crezca de manera sostenida hasta duplicar los afiliados, que hoy orillan los 25 mil. Pero el oscilante mundo sindical lo terminó distanciando de la familia camionera con un punto de inflexión en 2012, cuando Hugo Moyano rompió con el gobierno de Cristina Fernández y el jefe de los lecheros no lo acompañó.

 

Siempre congenió con el kirchnerismo, se sumó a la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y hasta se subió al atril en un acto antes de las PASO con el hoy presidente Alberto Fernández, el gobernador santafesino Omar Perotti y Antonio Caló entre otros.

 

La distancia entre Sunchales y Capital Federal le dio durante años un tono de guerra fría a la tensión. Atilra negó siempre la existencia de un enfrentamiento por el control del sindicato. En abril de este año, el gremio salió al cruce de rumores que hablaban de una confrontación interna, generada por supuestas declaraciones del camionero Pablo Moyano, diciendo que la actual conducción había aceptado una "flexibilización" en esa actividad.

 

BIO. Nació en Santiago del Estero hace 63 años. Le dicen Etín. Ingresó a la planta Sancor de Sunchales y terminó siendo secretario general de la seccional en 1987. En 2002 logró la conducción nacional al desplazar a su entonces jefe Vicente Troncoso. 

 

“No existe tal confrontación, ni infiltración, ni guerra, ni nada semejante", dijo Atilra en un comunicado. La versión a la que Ponce salió al cruce agregaba que la organización sindical lechera buscaría "expulsar de la conducción a varios dirigentes que responden de forma directa a los Moyano".

 

El líder camionero empezaba así una campaña electoral en los duros términos que suele utilizar para referirse a sus rivales. Es que en el horizonte estaba la disputa por la conducción de delegaciones clave: las plantas de Danone y La Serenísima en Longchamps. El moyanismo ganó la primera y la otra terminó frenada por el oficialismo. El trasfondo de la ambición camionera es la seccional porteña de Atilra.

 

Quizás la decisión de Ponce de evitar fracturas y mantener el status quo sindical sea, justamente, su afincamiento en la pequeña localidad de Sunchales, en el oeste santafesino. Allí llegó de joven desde Santiago del Estero y, después de unos años en diferentes rubros, recaló en la industria que sostiene a la ciudad: Sancor.

 

 

 

Logró ser secretario general de la seccional en 1987 y quince años después lo haría a nivel nacional para conducir unas treinta delegaciones. Más de 30 años construyendo poder desde aquel lugar que decidió no abandonar, al contrario, forjar desde Atilra una plataforma. Se respalda en haber logrado condiciones laborales y prestaciones de salud valiosas para un sector que antes no las tenía.

 

“Nosotros sabemos qué lechería queremos. Por eso no solamente opinamos, nos vamos a meter siempre que consideremos que la lechería esté en riesgo”, sostuvo en una entrevista en CN23. En más de una crisis láctea, como la de Sancor y su venta eterna, tuvo que hacer equilibrio para evitar despidos masivos y mantener el convenio.

 

El bajo perfil en la política no se condice con el que ha mostrado en otros ámbitos. El sindicato levantó una disco bajo el paraguas de centro cultural llamado Low, donde se han realizado desfiles de conocidas modelos, despedidas de año del sindicato y shows de artistas de alto caché como Ciro y los Persas, Fito Páez, Divididos, Los Palmeras y Dady Brieva, entre otros.

 

 

 

También ha promocionado durante años a diferentes boxeadores, como hacen muchos sindicalistas. Sergio “Maravilla” Martínez y Marcos “Chino” Maidana han pasado por los beneficios de Atilra. Relató en su momento peleas desde el costado del ring, pero luego pudo darle a su pasión el respaldo financiero. Incluso organizó peleas en Libertad de Sunchales en más de una ocasión.

 

En una de las ediciones de la revista de Atilra se mostró en varios viajes alrededor del mundo: arriba de un camello en Marruecos, haciendo la "V" peronista en la puerta del Louvre, en el muro de Berlín o Venecia, entre otros destinos. Ha explicado más de una vez que los viajes responden a cumbres del sector. 

 

Nunca quedó vinculado a manejos irregulares de dinero. Solo en 2018 se lo sometió a una profunda investigación durante más de un año, que incluyó allanamientos, levantamiento del secreto fiscal, bancario y financiero, bloqueo de cuentas e inspecciones de diferentes organismos del Estado. Un ex auditor médico de la Obra Social lo acusó de cometer delitos a través de distintas maniobras fraudulentas.

 

 

 

Finalmente, el juez federal Luis Rodríguez lo sobreseyó y remarcó en su sentencia que las investigaciones "en nada afectan el buen nombre y honor del que hubieren gozado". "Estuvimos tranquilos desde el primero momento que comenzó esta falsa acusación”, dijo Ponce.

 

 

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