En conferencia de prensa, el presidente derrocado de Bolivia, Evo Morales Ayma, aseguró estar “fuerte” y “convencido” de que ganará las próximas elecciones en su país y prometió “recuperar de forma pacífica el poder”.
Morales negó que se haya cometido fraude en las pasadas elecciones nacionales y denunció que en los próximos comicios, que se deberán realizar en la primera mitad del 2020, sí puede haberlo. “Las elecciones tienen que ser libres y transparentes. No puede haber ministros en las embajadas sin salvoconductos”, aseguró.
En esta línea, exigió “que se acabe la persecución” para regresar a su país y reconoció que existen varios posibles candidatos para liderar la fórmula presidencial pero manifestó que la misma “será unitaria” y que deberá “representar a los movimientos sociales, a la clase media y a los empresarios”.
Morales es el primer presidente indígena que fue derrocado por un golpe de Estado, el cual ocurrió el pasado 10 de noviembre luego de que la oposición haya desconocido los resultados electorales del 20 de octubre, junto a la Organización de los Estados Americanos (OEA), a partir de una serie de denuncias de “fraude”.
Desde entonces se ha refugiado como asilado en México y llegó recientemente a la Argentina en calidad de refugiado. “He llegado a México triste y destrozado pero llegué a la Argentina fuerte y envalentonado”, afirmó.
“No es un golpe sólo al indio, es un golpe al litio”, denunció Evo Morales en relación a la existencia de las mayores reservas de litio del mundo que posee Bolivia, un mineral considerado de vital importancia para el futuro de la industria mundial.
Asimismo, explicó que detrás de su caída se encuentran los Estados Unidos porque Bolivia había firmado un contrato de explotación con empresas alemanas y chinas, lo que provocó que Washington no pueda participar de un negocio millonario. “Quieren nuestras materias primas y no quieren que nos industrialicemos”, declaró.
“Nuestro pecado fue haber iniciado el cambio, haber refundado Bolivia del Estado colonial al Estado Plurinacional, haber nacionalizado los recursos y haber redistribuido la riqueza”, puntualizó y reconoció que su gobierno no previó un golpe de Estado.
“Nos hemos confiado demasiado porque derrotamos varios golpes”, afirmó y rememoró los intentos desestabilizadores que sufrió desde su llegada al Palacio Quemado en el año 2006.
Además, sostuvo que “la inteligencia de la Policía y de las Fuerzas Armadas” no le advirtieron de la trama que finalizó con su salida anticipada del poder. “Estaba planificado y preparado”, agregó.
Asimismo, Evo Morales le agradeció a la Argentina por recibirlo y por permitirle “estar cerca de Bolivia”. En este sentido, mostró su gratitud con el ex presidente Mauricio Macri por haber recibido a sus hijos, Evaliz y Álvaro.
Además, destacó el papel que desarrolló el actual mandatario, Alberto Fernández, para permitir su salida de Bolivia hacia México y confirmó que ya mantuvo una reunión con el Presidente y con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.