Una construcción amplia, que incluye desde sectores del peronismo hasta el macrismo, el eje en la gestión local, una lógica puramente provincialista y el apoyo de parte dela estructura de gobierno de Juan Manuel Urtubey fueron las claves del amplio triunfo que consiguió este domingo en Salta el intendente Gustavo Sáenz, que ya se postula como próximo gobernador y empieza a tender puentes nacionales con Alberto Fernández.
Tal como sucede en otras provincias, como Río Negro y Santiago del Estero, donde los armados provinciales exceden la lógica nacional, Sáenz armó en Salta un frente que incluyó 14 partidos provinciales, entre los que figuran el PRO de Mauricio Macri; el Frente Plural y el Partido Identidad Salteña (PAIS) -que él mismo lidera- y en lo nacional apoyan la fórmula Roberto Lavagna-Urtubey, y el Frente Salteño de Javier David, que apoya Fernández. Para terminar de cerrar el combo, el intendente de la capital llevó como compañero de fórmula a Antonio Marocco, referente en Salta del partido PARTE, que lidera el candidato presidencial del Frente de Todos.
Como publicó Letra P, Sáenz llegó a la carrera por la gobernación después de haber hecho acuerdos con diferentes sectores en los últimos años. Antes de ser intendente de Salta, fue jefe de Gabinete de la municipalidad durante la gestión de Miguel Isa, vicegobernador de Urtubey que el último domingo perdió las PASO del Frente de Todos contra Sergio "Oso" Leavy. En 2015, fue electo intendente de la mano del frente que formó junto a Juan Carlos Romero y Alfredo Olmedo. En la ciudad de Salta, ahora Sáenz ungió como sucesora a Bettina Romero, hija del senador y ex gobernador, que podría convertirse en la primera mujer intendenta de la capital provincial.
Después de ganar la intendencia de la ciudad, en 2015, Sáenz se subió a la aventura presidencial de Sergio Massa y fue su candidato a vice. Massa es el dirigente nacional con el que tiene una relación más cercana. De viaje en Estados Unidos, el líder del Frente Renovador salió el mismo domingo a felicitar a su amigo Sáenz por el triunfo en Salta. Lo mismo hizo su esposa, Malena Galmarini.
Desde la Casa Rosada también llegaron a Salta las felicitaciones de Rogelio Frigerio, que las extendió a Bettina Romero. Frigerio y Sáenz tuvieron un diálogo fluido durante estos años. En 2017, tras sacarse una foto con el presidente Macri en Balcarce 50, el intendente de Salta oficializó su apoyo a la lista de diputados nacionales de Cambiemos, que encabezó Martín Grande y ganó la elección, con una cosecha de 30,25% de los votos.
Lavagna también se sumó a los saludos. Primero, felicitó al ganador de la elección y luego a su compañero de fórmula, Urtubey, por la organización de los comicios. La gestión municipal, la construcción de un frente amplio y el discurso puramente provincial, dicen en el entorno del intendente, fueron las dos claves del triunfo.
Sáenz con Marcos Peña y Fernando de Andreis en Casa Rosada, en 2017.
La intervención del gobernador en el proceso electoral salteño no deja de ser curiosa. Después de 12 años en el poder, ya a principios de este año Urtubey anunció que no le daría su bendición a ningún candidato del peronismo que buscara sucederlo. "Si yo le doy el apoyo a uno, ya asume condicionado", repitió durante meses el salteño que sí se aseguró, por otra parte, que la dirigencia provincial lo apoyara en su salto nacional.
Desde su otrora enemigo Romero hasta Isa y el propio Sáenz salieron a respaldarlo primero cuando expresaba su voluntad de ser candidato a presidente y luego, cuando selló el acuerdo con Lavagna, como candidato a vice. Aunque no hizo explícito su apoyo, Urtubey devolvió el gesto y puso a gente de su máxima confianza a trabajar para la candidatura a gobernador de Sáenz.
En tanto, otro sector del gobierno provincial se inclinó por la candidatura del vicegobernador, Isa, y un tercer grupo se alineó con Leavy, que llevó como compañero de fórmula al ex ministro de Economía de Urtubey, Emiliano Estrada.
Leavy e Isa pelearon en la interna del Frente de Todos pero fue el "Oso" quien tuvo la bendición de Cristina Fernández de Kirchner. De viaje en Cuba, la ex presidenta mandó en su lugar a Alberto Fernández a darle su apoyo a Leavy una semana antes de la elección. El ex intendente de Tartagal había sido el candidato más votado a senador nacional en las PASO del 11 de agosto, con el 46,64% de los votos. En esa provincia, la fórmula Fernández-Fernández obtuvo el 48,84% de los votos.
Dos meses después, sin embargo, el Frente de Todos cosechó el 32,22% de los votos en las PASO para gobernador de Salta. Sin el arrastre nacional, en la interna, Leavy obtuvo 162.896 votos, casi el mismo número que obtuvo en 2017 como candidato a diputado nacional con la lista de Unidad Ciudadana. "En las elecciones se gana y se pierde", relativizaron en el Instituto Patria.
Con el resultado ya puesto y el 42,83% de los votos, Sáenz abrió la puerta para el acercamiento a Fernández, con quien tiene dos puentes directos, Massa y su compañero de fórmula, Marocco. "Si me eligen gobernador, voy a trabajar con el presidente, sea el que sea", anunció, pragmático, Sáenz, que basó su cosecha en el apoyo que tuvo en la ciudad capital, donde lo apoyó el 53% del electorado.
Para entonces, Massa ya había hecho notar públicamente que el ganador había sido su socio de 2015. Fernández, de todas formas, tendrá su propia línea con el intendente a través de Marocco en caso de ser electo presidente el 27 de octubre y que Sáenz gane las elecciones generales del 10 de noviembre. En Salta señalan que, cuando visita la provincia, el candidato presidencial suele hospedarse en la casa del candidato a vicegobernador.