Las insostenibles diferencias dentro de Cambiemos Santa Fe hicieron eco en el Concejo Deliberante de Rosario y se materializará con la inminente ruptura del bloque legislativo. La floja elección macrista en toda la provincia agrupó a quienes hacen responsable a la conducción provincial, hoy en manos de Federico Angelini, y quienes lo bancan y piden enfocarse en el 27 de octubre.
El antecedente en la Legislatura provincial, con la partida del bloque oficial de los diputados Germán Mastrocola y Sergio Mas Varela, aceleró la situación del Concejo rosarino, una caja de resonancia de la política santafesina. Actualmente, Cambiemos viene trabajando como un bloque unificado de nueve concejales sobre 28, pero es sólo en la práctica para no perder capacidad de decisión en el recinto.
Desde hace meses los cuestionamientos dificultan la labor y, si bien el horizonte del que hablan en los pasillos son las elecciones presidenciales, la ruptura del bloque ya está cocinada. “Esto no se va a poder sostener. No creo de ninguna forma que haya un bloque único”, confiaron a Letra P desde el sector que cuestiona a la conducción actual.
Cambiemos se cayó como un castillo de naipes en Santa Fe. En 2017 se descontaba que el concejal Roy López Molina, por entonces mimado por Angelini y elegido por Mauricio Macri, ganaría la intendencia de Rosario. Pero en 2018, cuando la economía empezó a devastar las chances del golden boy macrista, emergieron las diferencias por la forma de pilotear la tormenta.
López Molina se distanció de Angelini y ahora es quien encabeza el grupo díscolo. Los concejales Agapito Blanco, Renata Ghilotti y Agustina Bouza son algunos de los que abrirán el espacio. A su vez, dos radicales probablemente hagan su bloque, Marcelo Megna y Daniela León. Los críticos a la conducción suman al diputado nacional y secretario general del PRO en Santa Fe Lucas Incicco y el ex secretario político, Ricardo Schlieper, entre los rebeldes.
Desde el otro sector del bloque tildan la actitud como “irresponsable” porque “las fuerzas tienen que estar en el 27 de octubre”. La incógnita es Ana Laura Martínez, ex candidata a intendenta de Rosario y a vicegobernadora con el radical José Corral. Trascendió que podría saltar el laberinto por arriba y derivar en otro espacio.
Angelini es a quien gran parte de los dirigentes macristas le achacan la derrota de las elecciones provinciales. Armador con llegada a la Casa Rosada desde hace años, es el señalado por la forma de manejar el espacio santafesino: un personalismo que no contiene, no es amplio y no escucha, según sus detractores.
“La elección provincial fue muy mala. Nos ganó Amalia Granata. Ella a la fuerza política del presidente de la Nación. Eso no es la economía, es la política”, se sincera un dirigente del PRO Santa Fe con llegada a la Rosada.
Creen que “es el momento para modificar lo que se hizo mal” y disputar la conducción, ahora que Angelini estará más ocupado en el Congreso. “Es una línea interna no rupturista, no es otro partido. Es simplemente dinámica de la política, con otros modos de ver la política, de encarar las cosas, de ejercer los cargos. No queremos repetir el mismo formato de personalismos que nos llevó a esta situación”, afirmó el mismo dirigente.