Jugó de local el presidente Mauricio Macri. En el corazón productivo, en la cuenca lechera de Santa Fe, el candidato de Juntos por el Cambio dio consejos de micro militancia a una zona que ya lo eligió en las PASO presidenciales.
Esperanza, Humboldt, Nuevo Torino y Rafaela. Dos ciudades y dos pueblos fueron las paradas del #SíSePuedeSantaFe que el Presidente encabezó este miércoles. Nada de grandes localidades: reductos amigos, sin riesgos, fidelización absoluta. Es que el pasado 13 de agosto el oficialismo nacional aplastó al Frente de Todos en las localidades que visitó Macri.
En Rafaela, en los pagos del gobernador electo Omar Perotti, Macri merodeó el 48% y duplicó a Alberto Fernández, mientras que en Esperanza estuvo más cerca del 45%, veinte puntos por encima del candidato presidencial del peronismo. “Argentina y Rafaela, un solo corazón”, soltó Macri en el cierre de la recorrida.
Esperanza, a unos 250 kilómetros al norte de Rosario, fue la primera parada. El titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, fue el maestro de ceremonia. Prologó la presencia del Presidente, contagió a las no más de 500 personas y gritó eufórico: “Esto se da vuelta”.
Secundado por los referentes de Juntos por el Cambio en la provincia, el intendente José Corral y el candidato a diputado nacional Federico Angelini, apareció Macri, afónico, arriba del acoplado de un tractor, frente a la plaza principal de la ciudad. Su esposa Juliana Awada lo acompañó y se subió junto a él a la parte trasera de una camioneta, desde donde Macri saludó a todos. También firmó camisetas y pelotas de Boca.
Dio breves discursos en las cuatro localidades, pero todos fueron muy similares entre sí. Metió autocrítica, reconoció que los argentinos están “enojados” y llamó a “construir la Argentina del futuro”. “Ahora se viene el alivio”, dijo en la ciudad que gobernó Perotti.
Luego de esa intro, se metió en el terreno de los pedidos. Les habló a los convencidos, les pidió directamente acciones. Convencer, fiscalizar el 27 de octubre y participar activamente en redes sociales. No fue una reunión cerrada, nada de eso, pero se dirigió a sus pares, a sus militantes.
"Necesito que le transmitan esta fuerza a cada amigo, a cada compañero de trabajo”, exhortó, mientras ondeaban banderas argentinas a su alrededor. Para que los “picarones” no venzan, Macri llamó a fiscalizar, “a defender los votos” y, por último, pidió usar incesantemente “estos aparitos”, los teléfonos celulares, para militarlo en redes sociales. “Sin violencia, sin agredir, solo defendiendo nuestras ideas”, pidió.
El raid duró poco más de tres horas. Este jueves continuará en Entre Ríos, cerrando así la rotación por las tres provincias fuertes de la zona centro, ya que a Santa Fe llegó desde Córdoba. No se descarta que antes de la elección visite nuevamente la provincia, ahora sí en terrenos más hostiles, donde su figura es refractaria y Juntos por el Cambio perdió con claridad, como Rosario o Santa Fe capital.