El secretario general del poderoso Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, recibió a Letra P en el imponente edificio de la calle Santa Cruz, en pleno centro de la capital neuquina. En medio de una dura negociación con empresas petroleras y el gobierno central, el senador por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que busca renovar su banca el próximo 27 de octubre, se prepara para la reunión de este viernes en la que deberá llevar el reclamo de las bases y una potencial medida de fuerza ante la falta de incremento salarial. En ese marco, opina sobre las críticas que el presidente Mauricio Macri le hizo en el marco de la gira #SíSePuede, de la propuesta en materia de política energética del actual gobierno, del futuro titular de YPF y de la actualidad de la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Nuestra campaña se centra en hablar con la gente cara a cara, totalmente diferente a otras elecciones. El MPN pone todo en esta instancia y eso nos permite llegarle a la gente. Faltan dos semanas y creo que vamos a llegar muy bien”, comienza el dirigente sindical más influyente del sur argentino. “Tenemos un proyecto claro en el MPN: defendemos la provincia frente a la voracidad de los partidos nacionales. Tenemos un banco de la provincia, que nunca se entregó. Tampoco se entregó la caja de jubilaciones”, agrega.
BIO. Nació e 25 de Junio de 1943, en Bowen, Mendoza. Senador por Neuquén con mandato hasta diciembre de 2019. “El Caballo”, como lo apodan, llegó a Neuquén a mediados de los ’70. Arrancó como “changarín” en una empresa petrolera. Fue contratado por la firma Astrafor y comenzó una carrera gremial. Comanda el sindicato hace más de 30 años. Cercano a Felipe Sapag, fue diputado provincial (1995-1999). El exgobernador Jorge Sobisch lo convocó para manejar la Secretaría de Trabajo de la provincia del Neuquén durante su mandato. En 2013 desembarcó en el Senado de la Nación. Fanático de River Plate (tiene un palco en El Monumental), se considera “orgulloso” peronista y un “leal dirigente” del movimiento obrero. El peso dominante de la industria hidrocarburífera en Neuquén lo convierte en el sindicalista más poderoso de la Patagonia.
En campaña. Guillermo Pereyra recorre todo Neuquén para renovar su banca.
-El presidente Mauricio Macri estuvo hace unos días en Neuquén y, durante una entrevista, lo criticó. ¿Piensa que la mala imagen que él tiene puede ayudar al MPN en la elección del 27?
-Para mí, es un honor que me haya nombrado y criticado. Igual, nunca estuve en la línea de Macri. Solo hay que mirar los diarios de sesiones en el Senado para ver si lo acompañé en una ley conflictiva. Lo habré acompañado cuando hay consenso entre todos los bloques. A pesar de que él me llamó para que vote la reforma previsional, no lo hice. O la reforma laboral, que tanto se habló, todavía sigue en comisión porque con el senador Daniel Lovera, de La Pampa, le dijimos que arregle primero con la CGT, porque es un mamarracho ese proyecto.
-El presidente dice que usted está un día en un lado y otro día en otro…
-Macri se confunde. Si de poner en pie a Vaca Muerta se trata, por iniciativa de nuestro gobernador Omar Gutiérrez, fui convocado para la conformación de la adenda. Trabajé junto al gobernador de Neuquén, el de Río Negro y a los compañeros trabajadores. Tuvimos una relación fluida con el presidente de la Nación (…) me invitó a España, a Estados Unidos y lo acompañé (…) fui porque soy presidente de la comisión de Energía en el Senado, pero siempre como opositor. Él sabe bien que soy peronista. Aunque la relación fue buena, estoy en otra vereda ideológica.
-¿Cómo analiza la gestión de Mauricio Macri en materia energética?
-No es mala, hay que reconocer que se puso en marcha la energía renovable a pesar de que existe la legislación. Este gobierno está licitando distintos lugares para que vengan las inversiones y llegar al año 2025 con el 20% de este tipo de energía en el país. Se crearon las condiciones para que Vaca Muerta avance, pero, después de las elecciones de agosto, llegaron los problemas.
-¿Qué cambió?
-No sé qué pasó. No entiendo los cambios tan bruscos y esta resolución. Lo que sucede no afecta tanto a la industria petrolera, pero sí afecta a la confianza que debe haber en el país para que vengan los dólares. Esto se hace con dólares y debemos generar un espacio de confianza, que no se cambien las reglas de juego. El decreto 566 ya sufrió cuatro cambios. El último fue la pretensión del gobierno central de compensar con dos dólares más el barril de petróleo a cambio de que las provincias renunciaran a los juicios. Eso es extorsión, quieren hacer pelear a las empresas con los gobiernos provinciales. Es innegociable. Por suerte, el gobernador Gutiérrez tomó una posición muy firme.
Pereyra en el Senado. Busca renovar su banca el 27 de octubre.
-Usted presentó un proyecto para anular el decreto 566 y “blindar” Vaca Muerta.
-Sí, está en comisión de Presupuesto. Tiene estado parlamentario. El proyecto busca blindar los no convencionales en todo el país, no solo en Vaca Muerta. Los asesores están trabajando para convocar, aunque no creo que sea este año, porque requiere mucho consenso y trabajo. Seguro el próximo gobierno tendrá su proyecto que contemple seguridad jurídica.
-¿Qué debe pasar con YPF? Usted candidateó a Miguel Galuccio como nuevo presidente de la empresa si gana Alberto Fernández.
-Se sacó de contexto lo que dije. Galuccio tuvo una muy buena administración en YPF. Tuvo una relación impecable con los trabajadores, sentándose directamente en la mesa con los secretarios generales. Organizaba reuniones para intercambiar opiniones, para que hablemos de todo. No puedo hablar mal de él porque fue un excelente administrador, con una experiencia de muchos años. Pero, insisto, yo no dije que debe ser él porque es una decisión de quien le toque gobernar el país.
"Galuccio tuvo una muy buena administración en YPF. Tuvo una relación impecable con los trabajadores, sentándose directamente en la mesa con los secretarios generales".
-¿Cómo ve al actual presidente de YPF, Miguel Gutiérrez?
-Tiene otro perfil, pero es muy buen profesional. También tenemos buena relación, como debemos tenerlo con todos los presidentes de las empresas. Nunca salimos a denostar a nadie porque no es nuestro estilo.
-¿Se reunió con Alberto Fernández?
-No, pero estoy en contacto con su equipo. Habrá una reunión (este viernes 11 de octubre). Estamos preocupados, queremos saber qué se va a hacer en materia energética pero no se ha dicho nada. Antes de las elecciones queremos saber qué se propone.
-Y en esta realidad para su sector, ¿cómo ve los movimientos en la CGT?
-Los movimientos están, son normales. Igual, nada se puede cristalizar hasta después de las elecciones. Hay compañeros que participan en un espacio u otro desde lo político, por lo tanto, hay que esperar. Hace poco hubo un encuentro de la CTA, con compañeros de la CGT, pidieron incluirse.
-¿Qué le parece eso?
-La CTA es una agrupación, no tiene personalidad gremial. No puede pedir, de acuerdo a los estatutos de la CGT, la inclusión. Ahora, si los sindicatos que la integran, individualmente, piden la inclusión puede suceder siempre y cuando cumplan con los requisitos estatutarios (…) pero no puede pasar un grupo que se denomina CTA.
-Se habla que Héctor Daer o Hugo Moyano podrían encabezar la próxima CGT ¿A quién prefiere?
-Es un tema de consenso. Para mí, Moyano es un excelente secretario general. Tuve la oportunidad de estar dos años con él como secretario adjunto. Trabaja a mucho, defiende a ultranza a los trabajadores. Con otras características, el compañero Daer hace lo mismo. Quizás, con consenso y no tan confrontativo, pero también es de primera línea.