Alterna los días del verano salteño entre el descanso familiar, las series, la lectura y las recorridas de campaña por los Valles Calchaquíes. Lejos de las maratónicas sesiones de Diputados, Pablo Kosiner aprovecha el receso parlamentario para recorrer su provincia, visitar pueblos y participar de fiestas locales, con la aspiración de suceder en la gobernación a Juan Manuel Urtubey, ya lanzado a la carrera presidencial.
“En febrero o marzo terminaremos de definir las candidaturas provinciales en función de la consolidación del espacio Argentina Federal y del rol que le toque cumplir a cada uno”, dice desde Salta el presidente del interbloque que responde al espacio que conforman los gobernadores junto a Sergio Massa. El diputado salteño hace un balance positivo del año legislativo en términos de interacción entre el Congreso y los reclamos de la sociedad aunque anota en la columna negativa el impacto de la crisis económica en el debate parlamentario.
Crítico del plan económico del Gobierno y decidido a impulsar el armado de un espacio peronista que se diferencie del kirchnerismo, Kosiner afirma que Argentina Federal llegará al ballotage de noviembre para competir con “alguna de las expresiones de la grieta”, Cambiemos o Unidad Ciudadana.
DE VACACIONES. Después de “un año de muchos viajes”, se quedará durante casi todo enero en Salta, donde alternará descanso y recorridas de campaña por los Valles Calchaquíes. A fin de mes viajará a Córdoba de vacaciones con su esposa, Graciela, y su hijo menor, Francisco, de 17 años. Además, aprovecha para mirar series: terminó la quinta temporada de Vikingos y ahora se reparte entre Gotham – la precuela de Batman, “una vuelta a la niñez” – y Greenleaf – sobre la vida de una familia líder de la iglesia en Memphis. Está terminando el libro “Masones argentinos”, de Mariano Hamilton.
-¿Qué balance hace del año legislativo?
-Hubo una parte positiva, que tuvo que ver con el que Congreso recogiera en el debate problemáticas sociales producto del planteo que hicieron distintos colectivos. Independientemente del resultado, el debate de la interrupción voluntaria del embarazo fue muy positivo. Después aprobamos las leyes que tomaron los nombres de Justina, Brisa y Micaela, que representan la penetración en el Congreso de problemáticas relacionadas con la donación de órganos, los derechos de las víctimas y la violencia de género y todo eso es muy positivo. Lo no positivo fue, por ejemplo, el veto del Presidente a la ley de tarifas justas, que fue una solución que ofreció el Congreso, una adecuación a variables razonables, como el salario. Hubo un impacto permanente del fracaso económico del Gobierno en el debate del Congreso.
-¿Qué expectativas tiene para el debate en el Congreso en 2019, considerando que será un año con un cronograma electoral muy cargado?
-Puede que el cronograma electoral tan atomizado tenga su repercusión pero lo que más me preocupa es que el Gobierno vaya achicando la búsqueda de consensos. Hay una tozudez que muestra que se va encerrando cada vez más en sí mismo, sin asumir que esta economía monetaria sin anclaje en la economía real va a generar cada vez más crisis.
-¿En qué se refleja este proceso hacia el encierro al que refiere?
-Lo veo cada vez más encerrado, muy ortodoxo, convencido de que dejar la economía a la libertad de mercado es la solución para Argentina, cuando eso ya fracasó en nuestro país y en otros países del mundo. La única apertura que demostró el Gobierno a fin de año tiene que ver con la visión de algunos funcionarios como el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, o el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que entendieron que para que saliera el Presupuesto había que sentarse a discutir.
-¿Cree que este año la oposición podrá articular más iniciativas en conjunto?
-Podremos en tanto sean propuestas racionales, serias y no parte de un show político. En Argentina Federal venimos trabajando en ese sentido con el Frente Renovador hace tiempo. Si otras fuerzas políticas adoptan esa misma idea, bienvenido sea. Nosotros queremos que sean propuestas practicables. La gran mayoría de los diputados de Argentina Federal somos parte de equipos que gobiernan provincias y sabemos que las propuestas tienen que tener aplicación desde lo práctico. La agenda la va a ir marcando la realidad. Tenemos mucho para discutir en términos de tarifas, desarrollo de la industria, la actualización de la ley pyme, o la ley de emprendedores, además de volver a discutir temas tributarios. Hay problemas que el Gobierno no visualiza, como la crisis de las economías regionales.
Kosiner junto a su esposa, Graciela, en Salta.
-Un tema a debatir va a ser el nuevo Código Penal, que el Presidente presentaría el 1 de marzo en la apertura de sesiones.
-Sí. Nos parece raro que no se haya instalado ese debate en un año que no sea electoral. Me preocupa un poco que el tema penal, muy vinculado a cuestiones sensibles, se debata el año de elecciones. Hay posturas muy irresponsables, se discute más desde el punto de vista de los títulos cuando es un tema que requiere de ciertas pautas de conocimiento, técnicas. Espero que el debate sea serio y no payasesco, que no se utilice al Código Penal para sacar más o menos votos en una elección.
-Si las elecciones fuera hoy, ¿qué escenario cree que habría? ¿Cómo llega cada espacio?
-Veo al espacio de Argentina Federal disputando el ballotage con alguna de las dos expresiones de la grieta. Creo que en los próximos días se va a dar un proceso de crecimiento de los candidatos de Argentina Federal, el espacio se va a fortalecer. El 45 por ciento de los argentinos no quieren votar ni a Cambiemos ni a Unidad Ciudadana, quiere una alternativa.
-¿Va a haber una PASO entre Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey?
-Es una alternativa, hay varias maneras de seleccionar un candidato. Una es la primaria. La otra es que alguno de los candidatos logre un mejor posicionamiento y eso haga que los demás miembros del espacio lo reconozcan como candidato único. Creo que el año pasado fue el de construcción del espacio y ahora es el tiempo de los candidatos. Después se verá.