La crisis económica generó cambios y movimientos de piezas en el gabinete del presidente Mauricio Macri, pero también alterará la pata comunicacional: todos los ministros deberán “estudiar” y conocer la marcha de la gestión para ampliar las voces que reproduzcan la línea oficial, tras la concentración discursiva del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El Gobierno busca descomprimir a Peña, en el medio de la tormenta por la situación económica y la conducción política ante la crisis y cuestionado por funcionarios oficialistas, la oposición y el empresariado vernáculo. Golpeado también por la alta exposición pública, el ministro coordinador cederá la comunicación para "abrir juego" al resto del elenco de gobierno, tras dos años de hegemonizar esa función, en la que a veces lo acompañaba el titular de Interior, Rogelio Frigerio.
Ahora, la gestión multiplicará los “voceros” y se espera que las principales espadas de Cambiemos en el Senado y la Cámara de Diputados hagan lo propio. La reducción ministerial trae esa novedad y activará una tarea “extra” para los equipos de cada funcionario: deberán elaborar informes para que los ministros estén al tanto de la agenda nacional y puedan estar al corriente de la marcha de la gestión. En rigor, tendrán que hablar de temas distintos a los que gestionan, como se les recomendaba anteriormente desde la Jefatura de Gabinete.
Según publicó el diario Clarín, la idea de diversificar el discurso oficial salió de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El esquema debutó esta semana con conferencias de prensa de los ministros en la Casa Rosada, ante los periodistas acreditados. Usualmente, hablaba Peña tras la reunión de gabinete, pero el lunes lo hicieron Frigerio y Carolina Stanley (Desarrollo Social), el martes el titular de Interior y su par de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie. En tanto, el miércoles se dirigieron a los medios Patricia Bullrich (Seguridad) y Guillermo Dietrich (Transporte).