La Unión Cívica Radical (UCR) de Río Negro se prepara para ir a internas en la elección de autoridades el próximo 30 de septiembre. Con un fallo judicial que habilitó a participar a la agrupación Raúl Alfonsín, que tiene como candidato al controvertido ex intendente de El Bolsón Oscar “Cacho” Romera, reconocido por tomar del cuello a un periodista del programa CQC y por el personaje de la tira humorística Peligro Sin Codificar, será quien enfrente al actual presidente Darío Berardi. De esta forma, se pone un interrogante en Cambiemos para el 2019, alianza que esa línea quiere abandonar en la provincia.
“Buscamos dar una opción a los afiliados que no quieren saber nada con el PRO”, contó Romera a Letra P. Desde el extremo sudoeste de la provincia, alejado de los grandes centros urbanos, del Alto Valle o de Viedma, entiende que se “debe reflotar al radicalismo” y no regalarle nada “a los cipayos que vienen a reventar a la Argentina”.
Berardi, con la propuesta de un frente amplio “anti-Soria”, aceitó su relación con el PRO y propuso continuar con ese modelo. Pero, a diferencia de algunos actores del macrismo, también buscará ampliar el frente con Juntos Somos Río Negro (JSRN), el partido del gobernador Alberto Weretilneck. Romera, que trabajó desde El Bolsón por un espacio opositor, gastará su último cartucho para regresar a los primeros planos de la política rionegrina.
A finales de mes, los radicales se presentarán en cada comité a elegir sus autoridades. Deberán elegir entre dos opciones: los que respaldan la alianza nacional o los que buscan jugar en solitario con la histórica lista 3. Esta nómina, la disidente, se presentará nada más que en cinco comités (General Roca, San Carlos de Bariloche, Viedma, Cinco Saltos y El Bolsón) y en un mínimo porcentaje de los ochos circuitos rionegrinos. El oficialismo, que incluye a Berardi, la diputada Lorena Matzen y el intendente de General Fernández Oro, Mariano Lavín, estará en cada localidad de la provincia y se acomoda por la presentación de la mayoría de convencionales, que luego definirán la política de alianzas.
Lorena Matzen y Darío Berardi, la dupla oficial para afianzar Cambiemos.
“El radicalismo, en esta alianza, fue un mandadero de lujo. Y, en Río Negro, estamos jodidos -advirtió Romera-. Durante muchos años los rionegrinos le dieron a la UCR la representatividad, pero en el último período aparecieron personajes (…) y el susto de la derrota, nos llevó a una alianza que no tiene proyecto de nada”, se explayó. Lejos de aquellos tiempos de exposición que alcanzó su punto máximo cuando el notero de Caiga Quien Caiga (CQC) Gonzalo Rodríguez lo entrevistara por un reclamo social, o por la parodia del humorista Yayo Guridi en Telefe, Cacho Romera augura "un cambio definitivo" en el radicalismo.
Lo que Romera expresa, al igual que algunos dirigentes, no es más que la resistencia a continuar dentro de un acuerdo que erosiona un poco más la imagen de un partido que sufrió la pérdida del poder (hasta 2011, manejaba la provincia sin interrupciones desde 1983) en manos del peronismo y sus aliados. Luego, con la muerte de Carlos Soria y el paso al frente de Weretilneck, con el que varios actores principales del partido mantienen una sólida relación, el acceso al poder mutó -según sea la instancia electoral-.
PACTO. Un frente anti-PJ es lo que prefiere hoy la UCR. Berardi, como Matzen, entiende que es la propuesta que se consolidará el año que viene. Como explicó Letra P, el favorito en los sondeos para ganar la elección es el intendente de General Roca, Martín Soria, y el escenario obligó a sus adversarios a repensar su estrategia, que en 2017 graficó un acuerdo cuando Juntos Somos Río Negro (JSRN) bajó su lista. “Creo que se armará un frente común” con Weretilneck, reconoció Matzen a este medio. “Estamos trabajando en la plataforma 2019, hacemos propuestas. Yo creo que se armará un frente común con el gobernador”, sostuvo la legisladora.