Sobre este cuadro de situación, el secretario General de la Asociación de trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) seccional La Plata, Pedro Borgini, se mostró comprensivo: “Es lógico el reclamo que están haciendo las clínicas”. Pero dejó en claro: “El tema paritario lo resolvemos con ellos. También hemos acompañado a veces los pedidos de aumento. Lógicamente a ellos se les ha complicado por los insumos, eso es cierto, no es desconocido. Pero más allá del acompañamiento, es una situación de ellos como prestadores del IOMA, de solucionar los temas de aumento con el IOMA. Nosotros lo hacemos con ellos en paritarias para los trabajadores nuestros”.
Más allá de esto, el dirigente gremial expuso a Letra P: “Con la devaluación que ha habido, al dólar como se fue, y que las clínicas tienen que comprar por lo general insumos que son importados, lógicamente van a tener problemas y eso va a repercutir en lo edilicio, en los empleados, en el pago de sueldos y ahí tendremos que ver qué hacemos, que lógicamente no queremos llegar a una discusión ni una pelea, porque sería una pelea entre pobres que el que lo tiene que resolver es el Estado provincial con una obra social como es el IOMA que evidentemente los recursos que tiene les tiene que alcanzar para hacer un pago como tiene que ser a sus prestadores”.
CLÍNICAS: NÚMEROS DE UN DIAGNÓSTICO PREOCUPANTE
15% es el aumento que reconoció IOMA para las prestaciones.
60% de los costos de una clínica corresponden al pago de salarios.
157% es el promedio de aumento de los medicamentos desde diciembre 2015.
50% es el aumento que, ante la suba del dólar, registraron aparatos del tenor de un resonador o un tomógrafo.
80% de los insumos clínicos están dolarizados.
350 son las clínicas privadas en toda la provincia de Buenos Aires.
70 mil son los puestos de trabajo abarcan las clínicas bonaerenses.
En tanto, el titular de Acliba describió que la mayoría de los insumos son importados (y por tanto sus costos son en dólares), a la vez que “los medicamentos aumentaron 157%”. Con ese panorama, Marensi apuntó: “El presidente (Mauricio) Macri habla de un 30% de inflación y nosotros en la provincia hasta ahora sólo hemos tenido de reconocimiento el 15% que lo empezamos a facturar en julio recién y lo vamos a empezar a cobrar en septiembre, y no todo, porque el 7% es de julio, y en septiembre un 8%, entonces estamos desde octubre del año pasado con valores totalmente distorsionados y esto nos hace pensar que el sistema va a colapsar en cualquier momento porque muchas clínicas no van a poder seguir pagando los sueldos, van a entrar en problemas con sus empleados, no porque queramos, sino porque no podemos hacerlo”.
Al respecto, Borgini afirmó que, al momento, “recortes de personal no se han registrado”. Aunque advirtió: “Sí estamos atentos a que (las clínicas) puedan tener algún tipo de inconvenientes si la obra social provincial, que es la más importante del país junto con el PAMI, no les aumenta lo que les tiene que aumentar de acuerdo a la inflación que va a haber este año. Lo que pasa es que, por lo general, las clínicas son, o PAMI dependientes o IOMA dependientes, y las mayores prestaciones se las dan al Estado provincial que tiene que escuchar sus reclamos y darles el aumento que le tenga que dar”.
ACUERDO PARITARIO. El gremio que representa a los trabajadores de la sanidad logró un 27.5% a distribuir entre julio (10%), agosto (5%), octubre (5%), noviembre (5%) y febrero de 2019 (2,5%), con una cláusula de revisión de la escala salarial en ese último tramo, teniendo en cuenta el Índice de Precios al Consumidor emitido por el INDEC para el período enero/diciembre 2018.
Por otro lado, y aunque sostuvo que se revirtió “el problema de retrasos en los pagos” que se registró a comienzos de año con el IOMA, el titular de Acliba marcó: “Se ha podido regularizar con cierta tardanza, no estamos 100% pero se va regularizando y en algunos sectores por ahí les falta cobrar algunas prestaciones los centros de imágenes por diagnóstico, algunas firmas pertenecientes a la red Fecliba todavía no han cobrado las prestaciones de mayo”.
En efecto, desde la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (FECLIBA), su titular, Néstor Porras, hizo foco en los pagos atrasados y escalonados, por lo que otro de los temas que preocupa en la entidad es la posibilidad de poder mejorar las fechas de cobro: "Cobrar de esta manera es para las clínicas como derramar un vaso de agua en un océano”, advirtió.
“UN ALTO RIESGO DE CIERRE”. Sobre el aumento de IOMA, que también catalogó como “insuficiente”, Porras observó que este año se tomó “una modalidad distinta” desde la obra social: “Ofertar por debajo de las paritarias, aun cuando el presidente Mauricio Macri reconoció un 30% de inflación para 2018”. Aunque no dejó de poner énfasis en el impacto que representa para el sector el cierre de la paritaria en un 27.5%, el titular de Fecliba aclaró que “los trabajadores lo necesitan y esto termina siendo una pelea entre pobres, lo que menos queremos es que le recorten el salario”.
Al marcar que “las clínicas están en un estado muy complicado”, Porras describió: “Tuvimos más de un 100% de aumento en electricidad y los insumos están dolarizados. Somos un sector que atendemos a la seguridad social, en un contexto impositivo al cual no podemos hacer frente, por ello reclamamos una tipificación acorde a nuestra actividad”.
Permaneciendo "bajo el paragua de una emergencia sanitaria”, el presidente de Fecliba vaticinó: “El día que la ley de emergencia caiga, corremos un alto riesgo de cierre de las clínicas”. Por esto, le envió un mensaje directo a la gobernadora María Eugenia Vidal: “No permita que los financiadores se conviertan en empresarios. Atendemos a la seguridad social y a las personas. La situación no es para nada buena. Percibimos buena predisposición de los financiadores, pero solo con buena voluntad no alcanza para suplir esta problemática”.
"Es la tercera vez que nos sucede, lo cual nos provoca cierto temor de cómo continuar con toda esta situación”.
En esa sintonía, Marensi (Acliba) subrayó: “El problema ahora es económico. En cualquier clínica, el tema sueldos representa casi el 60% de los costos. Si aumentan el 27.5% (los salarios a los trabajadores del sector) y el IOMA te reconoce un 15%, la verdad es que es una situación que la venimos padeciendo año a año, porque es la tercera vez que nos sucede, lo cual nos provoca cierto temor de cómo continuar con toda esta situación”.
Así, remarcó que, en cuanto a inversión en aparatología “se ha paralizado todo”, al tiempo que comienzan a frenar incorporaciones de personal. Y detalló sobre una situación que podría extenderse: “Una clínica emblemática como es la Favaloro ha despedido 50 personas”.
Por lo pronto, describió que se llega a cumplir con los sueldos y proveedores a partir de que “la mayoría de las clínicas no estamos pagando las cargas sociales porque estamos amparados por una emergencia sanitaria que nos permite que la AFIP no nos embargue ni nos aplique ninguna sanción. Pero no es que no las paguemos, las debemos. La deuda esa va creciendo y es una deuda muy importante. Se pagan los aportes patronales pero no se pagan las contribuciones”. Y ahondó: “Muchas clínicas han comunicado al personal que posiblemente no van a poder pagar el aumento”.
“Si no quedan clínicas privadas, ¿quién va a dar salud la población de la provincia de Buenos Aires? Es muy preocupante”.
Consultado sobre la posición de la obra social bonaerense ante estos planteos, el titular de Acliba comentó: “El presidente del IOMA (Pablo Di Liscia) nos prometió para más adelante, cuando terminen las paritarias de la provincia, tener una posibilidad de ajustarlo pero es muy incierto y la verdad es que lo necesitamos ya. Estamos en agosto y no cerraron docentes, judiciales, Cicop, eso nos ha repercutido en no tener un cronograma cierto. En octubre charlaremos una posibilidad más de aumento, pero cierto y seguro no hay nada. Lo que sí sé es cuánto aumentó la luz, el agua, el gas, los comestibles, los insumos médicos. El 80% de nuestros insumos son dolarizados porque no hay fábricas de jeringas, de guantes descartables, esos insumos son todos importados y han aumentado un 50%”.
Al retratar el impacto que este escenario genera en el sistema sanitario provincial, Marensi expresó: “Las clínicas privadas atienden la seguridad social, o sea, no tienen prepago propio, no tienen un sindicato atrás que les dé la mayoría de sus afiliados y por lo tanto dependemos de los distintos financiadores. Atendemos IOMA, PAMI o las distintas obras sociales sindicales. Somos netamente la seguridad social, le estamos dando salud a un gran espectro de la población de la provincia”.
De esta manera, y en un contexto de crecientes falencias en los hospitales públicos bonaerenses, el titular de Acliba se preguntó: “Si no quedan clínicas privadas, ¿quién va a dar salud la población de la provincia de Buenos Aires? Es muy preocupante”.