Hace meses que amagaba con hacerlo público, pero jamás lo concretó. Ahora, para confirmarlo eligió la vía privada y, tras idas y vueltas, Juan Cabandié se alejó definitivamente de La Cámpora, la agrupación fundada por Máximo Kirchner que alberga a la juventud kirchnerista desde el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
“Me fui de ISIS”, confesó Cabandié a un diputado peronista hace pocos días, bromeando con un paralelismo entre los miembros del Estado Islámico y los jóvenes camporistas. Su definición coincide con el perfil que trata de marcar desde hace unos meses: moderado y cercano al peronismo.
En rigor, Cabandié quedó relegado por la dupla Mariano Recalde y Andrés Larroque. Sin lugar y fuera de la toma de decisiones, el nieto recuperado se refugia en su banca de diputado nacional y hace buenas migas con el Partido Justicialista, alejado del kirchnerismo duro. Durante su paso por la Legislatura porteña, trabó un buen vínculo con el peronista Juan Manuel Olmos, a quien consulta en la actualidad.
Cabandié contaba con el aval de Máximo y del propio Néstor Kirchner, que lo acercó al gobierno en 2004 durante el acto del 24 de marzo en la Ex ESMA. A partir de allí, tomó protagonismo en la agrupación juvenil y luego en las listas de candidatos del Frente para la Victoria (FpV).