-¿Cómo los encuentra este Día del Niño?
-Preparados y competitivos para vender juguetes económicos, que es lo que hicimos. Hicimos una canasta de juguetes con Comercio Interior, para los que menos tienen, y la Noche de las Jugueterías.
-¿Eso fue una idea de ustedes o del Gobierno?
-De los dos. Nosotros trabajamos mucho con la Secretaría de Comercio, siempre nos ayudaron y nos han incorporado al Ahora 3 Ahora 6, al que no estábamos adheridos.
-Hay sectores fabriles golpeados por la crisis. ¿Cómo les pegó a Ustedes?
-No esperábamos una devaluación a esta altura del año, nos sorprendió. Venía todo muy tranquilo en los mercados. Y obviamente nos afecta en la rentabilidad por el costo de la materia prima, pero nos agarró bien parados porque nos agarró vendidos, y en abril habíamos hecho una feria donde vendimos el 60% de los juguetes.
-¿Despidieron o cerraron?
-No. Ni fábricas cerradas ni despidos.
-Parecen una isla en el marco de una economía en la que las fábricas, en su mayoría, padecen.
-Nosotros somos competitivos contra lo importado, hasta el año pasado crecimos el 1%. Después, cómo fábrica, te preparabas de otra manera porque había faltante de importación y ahora sabés que importación hay. Sabés que tenés que producir en lo que sos competitivo. Antes podías producir cualquier producto, hoy no. Nosotros nos preparamos porque a las aperturas económicas ya las vivimos en los noventa y desaparecimos como sector.
El textil no es que no vende más barato porque no quiere, sino porque no puede. En ese tipo de producto el 80% es mano de obra y el resto materia prima. Ahora, la fábrica de juguetes, que en estos siete años no invirtió, sí la está pasando mal. Yo no puedo defender al que no invirtió cuando la luz era barata. Pero no todas las industrias son iguales, algunas necesitan la ayuda del Gobierno por la competencia desleal que te genera China. ¿Pero a los textiles qué les vas a pedir? ¿Que hagan algo distinto a lo que hace China? No podés. Ahí tiene que ayudar el Estado.
"No esperábamos una devaluación a esta altura del año, nos sorprendió. Venía todo muy tranquilo en los mercados. Y obviamente nos afecta en la rentabilidad por el costo de la materia prima."
-Ese sector en particular muestra muchos problemas.
-Ellos tienen un tema con lo importado… nosotros en lo que producimos en Argentina somos más económicos que lo chino, ahí está el secreto del juguete. Hacemos juguetes que son más baratos que en China. La mano de obra prácticamente no incide en el costo del producto y eso es lo que nos hace competitivos. Es muy raro que encuentres un juego de mesa que diga made in China. Es más, las empresas multinacionales, como Mattel o Hasbro, producen sus juegos de mesa en Argentina. En Estados Unidos no compras un juego de mesa por 20 dólares y acá sí.
-¿Y el nivel de salarios cómo es?
-Acá es más alto, estaremos en 1.000 dólares promedio. Los chinos pagan menos. Nosotros tenemos mejor maquinaria que los chinos, más moderna. Aprovechamos la salida de la convertibilidad, donde vendíamos mucho nacional a un dólar barato, y como son empresas familiares no se iban al dólar o a la timba, compraban máquinas. Por eso tenemos plantas robotizadas, hoy una fábrica de juguetes es casi un laboratorio químico.
-¿Qué porcentaje de nacional e importado hay en el mercado?
-Hasta abril, la última vez que medimos, estábamos 50 y 50. Hoy habría que verlo, pero eso será después del Día del Niño.
-¿Qué nivel de ventas esperan para este Día del Niño?
-Hay algunos comerciantes que están demasiado optimistas, pero yo creo que con todas las medidas que conseguimos vamos a tener la misma temporada de ventas del año pasado. Eso, con el contexto que tenemos hoy, ya es satisfactorio, es bueno.
"Hacemos juguetes que son más baratos que en China. La mano de obra prácticamente no incide en el costo del producto, y eso es lo que nos hace competitivos. Es muy raro que encuentres un juego de mesa que diga 'made in China'."
-¿El tema del financiamiento lo preocupa? En la UIA, entidad que integra, las tasas del Central son la estrella de las quejas.
-Las pymes que venían ya deterioradas y cambiando cheques están detonadas. Pero es lo que decía antes, los que venían cambiando cheques ya tenían un problema económico. Si te estabas financiando a diario, la tasa te detonó mal. No es algo que haya pasado mucho en nuestra industria.
-¿Los afecta la competencia con los supermercados?
-Tenemos un acuerdo que el 50% de las compras son nacionales y el 50% importados. Si se importan 5 millones de pesos, la misma ecuación es para las compras nacionales. El sector del juguete estaba preparado para la apertura económica.
-Le pregunto por el escándalo de los cuadernos. Usted, desde su lugar de empresario, ¿cómo lo ve?
-Desconozco lo que pasaba o no pasaba. Yo cuando llegué a la Cámara prohibí que el presidente venda o tome crédito del Estado. Y que importe producto terminando. Modifiqué el estatuto, además de agregar que el presidente no puede pasar gastos propios a la Cámara. Son temas de transparencia.
-En este contexto, donde lo político parece tapar lo económico, ¿cómo analiza las posibilidades del Gobierno?
-Economista no soy, soy abogado y fabricante de juguetes. Pienso que no son los mismos funcionarios hoy que los llegaron el primer día. Se dieron cuenta de lo que es la Argentina. Vos llegas con la visión de tus cosas, pero después te tenes que adaptar a lo nuevo. No podés venir trabajando como antes, me parece que pasó eso. El Estado es muy complejo, no es una empresa, y los funcionarios lo terminaron de entender. Eran gente muy preparada que pensó que lo que aprendieron yendo por el mundo se podía aplicar a la Argentina y se dieron cuenta que tenían que modificar cosas. Argentina no es un país ortodoxo, no se pueden aplicar políticas económicas de otros países, la idiosincrasia es distinta.
-¿Por ejemplo?
-Vamos a un caso claro: Walmart empezó a crecer en Argentina cuando se dio cuenta que no podía tener las mismas políticas que en Estados Unidos. Allá no hacen descuentos, no te dicen hoy 10 o 20%, te dice somos precios bajos, siempre. Pero acá tuvieron que hacer descuentos, porque al argentino le gusta eso, le gusta que vos le mientas y le digas que ese día tiene un 30% de descuento. Somos así y por eso somos distintos.
"No son los mismos funcionarios hoy que los llegaron el primer día. Se dieron cuenta de lo que es la Argentina. El Estado es muy complejo, no es una empresa, y los funcionarios lo terminaron de entender."
-¿Políticamente cómo lo ve?
-Con la oposición no hablo, hablo con el Gobierno porque soy presidente de la Cámara, sino tampoco hablaría. Uno está más cómodo con políticas más restrictivas, pero a mí me enseñaron una cosa: los políticos ponen la música y nosotros tenemos que aprender a bailarla. Ahora, si algún industrial se quedó cómodo y no vio la que venía, realmente estaba cómodo y no quiso invertir. Nosotros no tenemos empresarios que se compraron un departamento en Miami, trabajamos con familias, padres, hijos, nietos.
Hoy tenés una visión hacia el mundo y antes no, era vivir con lo nuestro y lo de ahora es "tenemos que mirar al mundo". Ni mejor ni peor, son visiones. A mí me gusta más el mundo, no me gusta conformarme. Tenemos la perspectiva de que se exporte el 30% de lo producido, lástima que Brasil pone barreras para que no entren los productos nuestros.
-¿Es un mito lo de la apertura económica de Brasil?
-No, ese es el verso que les hacen a los demás. Andá a meter un producto, los camiones te los dejan un mes parados para que no entren. Ellos tienen esa política, cuidan mucho lo suyo pero no se jactan de eso, son más inteligentes. El grave error que cometimos en el pasado es que nos enorgullecíamos de decir “les paramos todo”. Porque eso es algo que Brasil lo hizo siempre, pero no salió a decirlo. Y lo siguen haciendo. Te dan tantas vueltas que te cansás, desistís.