Un tramo de la causa por la triple fuga de un penal de General Alvear que puso un vilo al gobierno provincial y nacional de Cambiemos a pocos días de haber asumido en 2015 comenzará a ser juzgado en el Departamento Judicial de La Plata. La cita judicial para los hermanos por Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci (ya condenados a perpetua por el triple crimen de General Rodríguez) será este lunes 13 de agosto a las 9.30 en la sede del fuero penal de calle 8 entre 56 y 57.
Los tres acusados purgan una pena de prisión perpetua por el triple crimen de la efedrina en el que ejecutaron a Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), cuyos cadáveres fueron hallados el (también) 13 de agosto de 2008 en General Rodríguez. En esta causa se intentó vincular al ex diputado nacional Francisco De Narváez y al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pero nunca se hallaron evidencias para ninguno de los dos dirigentes políticos.
En rigor, los acusados ya fueron condenados en Santa Fe por la fuga. En la localidad santafesina de Cayastá fue donde terminaron con su raid delictivo, luego de que policías de la zona dieran con ellos en el establo dónde se escondían. Allí ya fueron juzgados y condenados a 15 años de prisión por los delitos de “privación ilegal de la libertad en dos oportunidades, robos calificados y utilización y portación de arma de fuego".
Además los esperan en otros tribunales santafesinos para ser juzgados por otros delitos que son materia de investigación federal y no de las justicias provinciales.
En La Plata, los acusados deberán enfrentar dos juicios orales. El primero por la fuga y el segundo por el intento de homicidio de una pareja de policías que hirieron luego de un feroz tiroteo: Fernando Pengsawath y Lucrecia Yudati.
La fiscal de juicio, Silvina Langone, había solicitado unificar los juicios, ya que la mayoría de la prueba y testigos es coincidente, pero la Cámara de Apelaciones de La Plata entendió que deben hacerse dos juicios orales.
El primero de los debates estará a cargo del juez Juan José Ruiz. El segundo, dónde se juzgará el intento de homicidio, será controlado por el magistrado Hernán Decastelli. Ambos funcionarios judiciales integran el Tribunal Oral Criminal I de La Plata.
Este tramo de la causa fue investigado por un fiscal de Brandsen. El juez de Garantías del expediente ya no está en funciones. Se trata de César Melazo, quien se lo vinculó al barra Marcelo Mayo, ex líder de "Hinchadas Unidas Argentina", una cofradías de barras que se unieron para viajara al mundial de fútbol del año 2010 en Sudáfrica. Se sospecha que el entonces juez avisó a Mayo de una serie de allanamientos que finalmente no arrojaron resultados de importancia para la investigación. se sospecha que el barra, oriundo de la localidad de Quilmes, fue uno de los que prestó ayuda a los ex prófugos durante el raid de fuga.
La fuga de los homicidas se ejecutó el 27 de diciembre de 2015, apenas 17 días después de la asunción de María Eugenia Vidal como primera Gobernadora de la provincia de Buenos Aires y de Mauricio Macri en la presidencia nacional.
Durante la campaña de 2015, uno de los ejes de empatía con el electorado fue la “lucha contra las mafias”. Al día posterior de la figa, Vidal aseguró que la fuga fue posible por la “complicidad de una parte del Servicio Penitenciario Bonaerense”. Al momento de la fuga, el SPB estaba acéfalo. Tal vez esa es la razón por la que no hay ningún integrante de esa institución procesado por el cinematográfico escape.
La triple fuga de diciembre fue un baldazo de agua helada para Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Esa bienvenida al distrito más grande y caliente del país fue durísima para el gobierno debutante y significó la primera gran turbulencia. Ni Vidal ni sus ministros de Seguridad, Cristian Ritondo, y de Justicia, Carlos Mahiques, tuvieron reacción.
ESCAPE A LA CLANDESTINIDAD
La huida comenzó a ejecutarse a las 01:45 horas de 27 de diciembre de 2015. Según se reconstruyó en la causa, en ese minuto, los tres detenidos tomaron como rehén al guardia Luciano Nicolás Labat. Los desnudaron, le quitaron el arma oficial y las llaves de las celdas del penal de máxima seguridad de General Alvear. Pasaron por distintos puestos de control interno y huyeron con otro penitenciario como escudo humano y rehén.
En la puerta lo esperaba un viejo auto Fiat 125 en el que comenzaron el escape. A los pocos kilómetros se subieron a una camioneta 4x4 donde los esperaban sus cómplices.
Durante varios días no se supo nada de ellos, hasta el 31 de diciembre. En la localidad de Ranchos, tras un control policial, hirieron de gravedad a los policías y continuaron con la fuga. Pero el 9 de enero, Martín Lanatta fue capturado y sus cómplices, dos días después.
La comunicación de las detenciones marcaron uno de los primeros papelones informativos protagonizados por oficinas de prensa y voceros del oficialismo.
Cuando cayó Martín Lanatta, se había informado oficialmente la captura de los tres prófugos con salutaciones del presidente Mauricio Macri mediante. Pero luego tuvieron que rectificar la información ante una opinión pública que seguía el caso minuto a minuto, en tiempo real, dado la trascendencia del caso. El papelón de ese fallido anuncio llevó a que, tras la efectiva captura de Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, tanto el Gobierno nacional como el bonaerense permanecieron más de seis horas en silencio tras conocerse, por intermedio del vicegobernador santafesino, Carlos Fascendini, que la Policía de esa provincia había logrado finalmente capturar a los prófugos restantes.