FONDO DEL SERVICIO UNIVERSAL

Dos cajas absorbieron el 84% de los fondos para internet en zonas postergadas

Un informe revela que Arsat y Educar usaron en forma discrecional recursos destinados a servicios digitales en pueblos desconectados a través de pymes y cooperativas. Fueron más de $6.500 millones.

El Fondo Fiduciario del Servicio Universal tiene por objetivo asegurar el acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en las zonas postergadas del país. Los licenciatarios de servicios TIC aportan el 1% de la totalidad de sus ingresos, recursos que deben ser administrados por el Estado a través de programas diseñados en función de los requerimientos sociales. Un informe de la Fundación para el Desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Fundtic), al que accedió Letra P, cuestiona el uso de ese dinero pues afirma que de los 7.807 millones de pesos que se destinaron a los dos principales programas creados para cumplir con el servicio universal, las empresas estatales Arsat S.A. y Educar S.E. absorbieron 6.557 millones, el 84% del total. El 16% restante fue puesto a disposición para mejorar o ampliar las redes de cooperativas y proveedores de internet ubicadas en pequeños pueblos, aunque se lleva desembolsada una cifra sustancialmente menor.

 

Si bien el fondo se encuentra creado desde septiembre de 2000 mediante el decreto 764/00 que liberalizó las telecomunicaciones, los aportes se han comenzado a regularizar desde 2008 debido a inconvenientes en su implementación. A su vez, recién con el dictado de la ley 27.078 Argentina Digital, sancionada en diciembre de 2014, se pudo operativizar la ejecución de los recursos al traspasarlo a manos exclusivas del Estado.

 

En mayo de 2016 el Enacom dictó un nuevo reglamento del Servicio Universal a través de la resolución 2642/16. En el artículo 19 estableció que el directorio del organismo es el encargado de diseñar programas destinados a cumplir con el servicio universal. Allí se aclara que los programas pueden alcanzar a los usuarios que por sus necesidades sociales especiales, características físicas o situación económica tengan limitaciones en el acceso a los servicios TIC y también garantizar conectividad para instituciones públicas, zonas rurales o zonas con condiciones geográficas desfavorables, brindar apoyo financiero para expandir y modernizar redes de cooperativas y pymes que presten servicios TIC y conexión de cooperativas y pymes a la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo).

 

En la actualidad, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) destina los recursos del fondo a los programas Conectividad, Redes Educativas Digitales y Acceso a Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para Adultos Mayores. Fundtic analizó los desembolsos canalizados a través de los dos primeros programas por ser los que están destinados de manera directa o indirecta a mejorar la conectividad.  

 

 

PROGRAMA CONECTIVIDAD. En junio de 2016, Enacom aprobó el programa Conectividad con el objetivo de desarrollar redes de transporte y/o fortalecimiento de redes de acceso existentes en áreas con necesidades insatisfechas (resolución 3597/16). De este modo, se canalizaron recursos que fueron fundamentalmente a financiar el Plan Federal de Internet lanzado por Arsat en mayo de 2016, el cual suplantó al Plan Nacional de Telecomunicaciones “Argentina Conectada” que había implementado el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en octubre de 2010.

 

El informe de Fundtic detalla que el programa Conectividad es el que ha recibido mayor cantidad de recursos provenientes del Fondo Fiduciario del Servicio Universal. Arsat recibió 4.257 millones de pesos para la Refefo. En una primera etapa se desembolsaron 1.329 millones de pesos para la implementación de 120 nodos de la Refefo (resolución 5410/16) y en una segunda etapa otros 2.928 millones para otros 550 nodos destinados a dar conectividad a pequeñas localidades (resolución 5918/17). Además, a través del programa Conectividad se pusieron a disposición hasta 1.250 millones de pesos para ser adjudicados como Aportes no Reembolsables (ANR) a licenciatarios TIC que desplegaran o actualizaran infraestructura para el servicio fijo de acceso a internet de banda ancha en localidades con necesidades insatisfechas. En la primera convocatoria realizada en diciembre de 2016 (resolución 8955/16), ya cerrada, hubo hasta 350 millones para localidades de hasta 2.500 habitantes y en una segunda convocatoria (resolución 2899/18), realizada en abril de este año, hasta 900 millones para localidades de hasta 5.000 habitantes.

 

 

 

De este modo, el programa Conectividad canalizó 4.257 millones a través de la empresa estatal Arsat para dar conectividad a los operadores locales y abrir nodos en lugares donde la propia empresa defina según su plan de negocios, mientras que sólo se destinaron hasta 1.500 millones, un 23% del total de los recursos, a cooperativas y pymes locales para dar servicio directo al usuario final.

 

El informe de Fundtic cuestiona que la mayoría de los fondos del servicio universal canalizados a través del programa Conectividad se le hayan otorgado a Arsat, cuyas obras impactan de manera indirecta “dejando de esta manera una gran cuota de discrecionalidad en la aplicación de dichos recursos”. Además, se remarca que los 4.257 millones se destinaron efectivamente a Arsat, mientras que los 1.250 millones para Aportes No Reembolsables no se destinaron efectivamente sino tan solo potencialmente. De hecho, según datos consultados el 19 de junio del portal http://www.enacom.gob.ar/su, que concentra la información sobre el Fondo Fiduciario del Servicio Universal, de los 350 millones de pesos del primer llamado se adjudicaron apenas 26 millones de pesos, distribuidos entre 46 cooperativas y pymes de las casi 300 que aplicaron. “A muchas cooperativas telefónicas se les negó el aporte porque no tenían inscripto el registro de internet, un formalismo. Se les podría haber dado un mes para normalizar la situación sin tener que llegar a rechazarles el pedido de fondos”, aseguró Miguel Pesado, uno de los autores del informe. Debido a estas situaciones, en los hechos el dinero canalizado a través de los Aportes No Reembolsables fue mucho menos que el 23 por ciento del total.

 

 

 

REDES EDUCATIVAS DIGITALES. En febrero de 2017 Enacom creó el programa Redes Educativas Digitales (resolución 1035/17) con el objetivo de desarrollar la infraestructura de red interna de los establecimientos educativos de gestión estatal para poder utilizar el servicio de internet por banda ancha, cuya ejecución está a cargo de Educar S.E. A través de este programa Educar S.E. embolsó 2.300 millones de pesos del Fondo Fiduciario del Servicio Universal, lo cual es cuestionado por Fundtic. “El proyecto se involucra en infraestructura interna de las escuelas y cuestiones de implementación que parecen alejarse de la finalidad y objeto específico del fondo”, remarca el informe elaborado por Pesado y Marta Velia Maule.

 

El documento recuerda también que en abril el Gobierno creó, a través del decreto 386/2018, el Plan Aprender Conectados, en reemplazo de Conectar Igualdad. La iniciativa apuesta al desarrollo de contenidos, el equipamiento tecnológico, la conectividad y la formación docente para fortalecer las competencias de educación digital. A raíz de ello, Fundtic advierte que no debería sorprender que en el futuro se presente un nuevo proyecto a través del Ministerio de Modernización para que Enacom destine más fondos del servicio universal a Educar S.E. para cumplir con este nuevo programa.

 

 

 

FOCO EN LAS PYMES. Fundtic critica que se otorgue dinero del servicio universal a Arsat y Educar S.E. porque da lugar a mayor discrecionalidad por parte del Estado en el uso de los fondos y no se obtienen los mismos resultados que con los aportes no reembolsables destinados a las pymes y cooperativas que operan actualmente en las zonas más postergadas. “Se destinan grandes sumas de dinero a programas de empresas del propio Estado recurriendo al ardid de forzar interpretaciones normativas para atarlas a un vago concepto sobre las TIC y de esta forma legitimar el acceso a los fondos del servicio universal. Tanto Arsat S.A. como Educar S.E. son empresas que deben gestionarse como tal y que deben generar sus recursos mediante su propio plan de negocio para cumplir con los objetivos por los cuales fueron creadas”, se sostiene en el informe.

 

Lo que buscan remarcar Pesado y Velia Maule no es, por ejemplo, que Arsat deba dejar de expandir la Red Federal de Fibra Óptica sino que lo debe hacer con recursos que genera la propia empresa o con dinero proveniente del Tesoro. “Cuando se destinan recursos millonarios a una empresa del Estado por medio de fondos públicos con afectación específica, se está omitiendo dejar en claro dos cuestiones importantes: por un lado que la empresa no tiene una gestión superavitaria, la empresa ha sido subsidiada por otro fondo del Estado para realizar las mismas obras de infraestructura que debía realizar con los fondos generados por su propia gestión y/o por asignación presupuestaria debidamente consensuada en el Congreso y administrada transparentemente por el Ejecutivo”, afirman.

 

La propuesta de Fundtic es que el dinero del Fondo Fiduciario del Servicio Universal no vuelva al Estado, como sucede en los casos de Arsat S.A. y Educar S.E., para terminar beneficiando al usuario final de manera indirecta sino que se destinen esos recursos directamente al tendido y actualización de redes de última milla que llegan al usuario final del servicio, privilegiando la necesidad de migrar de las redes de cobre a la fibra óptica lo más rápido posible para garantizar la universalización del acceso a internet con los estándares de calidad recomendados.

 

El autor es investigador del ICEP-UNQ (http://icepunq.wix.com/icepunq)/

 

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