La decisión del diputado Luis Contigiani de votar en contra de la ley de interrupción voluntaria del embarazo provocó una crisis entre el legislador y el Partido Socialista, que milita a favor del proyecto y le exige que “revea su posición” y vote “de acuerdo al mandato” partidario. Mientras Santa Fe dice que el tema es “política de Estado” en la provincia y avanza en la fabricación pública de misoprostol, el medicamento que se utiliza para realizar abortos, funcionarios y dirigentes del gobierno reclaman por el voto en el Congreso.
La discusión se había encendido a fines de febrero, cuando la Mesa Directiva Nacional del partido emitió un documento en el que ratificó la posición histórica del socialismo, a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Para entonces, el único diputado nacional que representa actualmente al partido (pese a no estar afiliado), Contigiani, ya se había pronunciado en contra de la iniciativa aunque luego matizó su posición.
Mientras no avanzó en el Congreso el debate interno quedó congelado, pero volvió a reavivarse el domingo, cuando Contigiani ratificó su postura en contra de la ley, luego de que un relevamiento del diario La Nación lo ubicara en el grupo de los indecisos.
“No estoy para nada de acuerdo en abordar el aborto como un derecho a elegir. Me aferro a la convicción de que el pueblo debe defender la vida. No podemos resolver problemas sociales colateralmente al eliminar la vida por nacer”, confirmó horas después el socialista en declaraciones a Radio 2, de Rosario.
Contigiani acompañó sus declaraciones con la distribución de un documento de 23 puntos en los que fundamentó su posición. En línea con los dichos de la Iglesia, el diputado expresó que “hace tiempo que en Occidente el único ordenador de los vínculos sociales, culturales, económicos y políticos es el neoliberalismo, el modelo tecnocrático y la razón instrumental. Es un proyecto de aniquilación de la vida y del planeta. Genera una sociedad abortiva de la dignidad del hombre, a través de la cosificación de la vida. Todo es mercado, todo se vende y se compra, se descarta, se consume, se explota eficientemente”.
Además, remarcó que “los factores de poder, especialmente del capitalismo desarrollado”, “son los primeros interesados en tratar al aborto como un anticonceptivo más, para el control poblacional de los países en desarrollo y pobres del mundo, es para asegurarse el dominio de sus recursos naturales y económicos”.
Los dichos de Contigiani generaron la inmediata reacción del socialismo y de varios funcionarios de la provincia de Santa Fe, que apoyan desde hace años el proyecto. “En el Día en que en todo el país gritamos #niunamenos nuestro diputado @LuisContigiani debe rever su posición y votar de acuerdo al mandato de lxs afiliados que militamos su campaña y lo llevamos al Congreso”, escribió en su cuenta de Twitter el subsecretario de Diversidad Sexual de Santa Fe, Esteban Paulon.
Los dichos de Paulon se multiplicaron en las cuentas de otros referentes del socialismo, como el diputado porteño Roy Cortina, quien directamente intimó a Contigiani a armar un nuevo bloque en el Congreso en caso de que mantenga su decisión de votar en contra de la legalización. Todo fue convalidado por la ex diputada Alicia Ciciliani, histórica promotora del proyecto y sucesora de Contigiani en el Ministerio de Producción provincial, que llamó a la convocatoria a favor de la ley frente al Congreso el 13 de junio, día en que se debatirá la ley.
“Cuando me fueron a buscar ya sabían quién era”, respondió Contigiani frente a los reclamos públicos. Como publicó Letra P en marzo, el diputado, de formación jesuita y origen más cercano al radicalismo, llegó al gobierno del Frente Progresista santafesino por su trabajo en la Federación Agraria Argentina (FAA). Fue secretario de Agricultura en la gestión del ex gobernador Antonio Bonfatti, con quien tiene una gran sintonía, y luego pasó al gabinete de Miguel Lifschitz como ministro de Producción.
De visión progresista y mirada muy crítica de la política económica del Gobierno nacional, el gobernador lo lanzó como candidato a diputado nacional. Desembarcó en el Congreso el 10 de diciembre y desde entonces ocupa la banca que representa al Partido Socialista, pero no pertenece al partido, que históricamente acompañó el proyecto y ahora debate si puede o no ordenarle al diputado que vote como decidió la Mesa Directiva Nacional o aplicarle alguna sanción en caso de que no lo haga.
DEBATE CONSTITUCIONAL. En ese contexto, se generó nuevamente el debate sobre a quién pertenece la banca: ¿al diputado o al partido? La respuesta varía según se trate de diputados o senadores. En el caso de la Cámara alta, la Constitución Nacional establece en el artículo 54 que se compone de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires, “correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos y la restante al partido político que le siga en número de votos”.
En esa línea lo interpretó la Corte Suprema de Justicia en el caso “Alianza Frente por un Nuevo País” (2003), donde entendió que del “examen armónico de las normas que regulan el sistema electoral se desprende que, en materia de elección de senadores nacionales, fue intención del constituyente” destinar el sitial en el Senado “a los partidos políticos”, por ende, a la segunda fuerza en los comicios y no a un candidato.
En el caso de los diputados, el artículo 45 de la Constitución solo especifica que representan y son elegidos “directamente por el pueblo de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires”, sin hacer alusión a los partidos. Es por eso que la Cámara Nacional Electoral sostuvo en el fallo sobre el caso de Eduardo Borocotó (2005) – quien fue electo por el PRO y luego se pasó al Frente para la Victoria – que la banca pertenece al diputado electo por el pueblo y no al partido.
Con el gobernador de viaje por el sudeste asiático por cuestiones institucionales, en Santa Fe explotó la discusión. La provincia es ejemplo en el país en materia de aplicación del protocolo de aborto no punible y cuando se inició el debate en el Congreso anunció que prepara la producción pública de misoprostol, la droga que se utiliza para la práctica de interrupción voluntaria del embarazo. “Contigiani también sabía cuál era la política de la provincia y la posición del socialismo en este punto”, dicen en Santa Fe.
Por estas horas, la dirigencia del partido estudia la manera de convencer al diputado, el único en la historia de sus representantes en el Congreso que se manifestó en contra del proyecto, de que revea su postura.