Cuando todavía resta una larga noche de cabildeo y quedan ocho diputados indecisos –sin incluir al presidente de la Cámara, Emilio Monzó– la sesión en la que se debate la ley de interrupción voluntaria del embarazo, transcurre en una vorágine de negociaciones, que incluye amenazas sobre los diputados que pensaban votar a favor del proyecto y ausencias notorias.
Las conversaciones de pasillo se centraron todo el día en los diputados que figuraban en la lista de indecisos. En el Frente para la Victoria (FPV), la mayor incógnita pasaba por los formoseños Inés Lotto y Gustavo Fernández Patri. Lotto, quien se encaminaba a votar a favor, recibió amenazas en su provincia por parte de grupos que militan en contra de la legalización.
En tanto, el tucumano Facundo Garretón, que denunció en las últimos días que recibió todo tipo de intimidaciones en su provincia y fue mencionado directamente por el obispo Carlos Sánchez durante el Tedeum del 25 de mayo, recién podría revelar su voto pasada la medianoche, cuando le toque el turno de dar su discurso.
Otros indecisos mantiene en vilo la definición, que promete ser más que ajustada. El pampeano Ariel Rauschenberger no hizo pública su decisión pero se encaminaría a votar en contra. La santiagueña Mirta Pastoriza, el fueguino Héctor Stefani y la cordobesa Alejandra Vigo también mantienen el misterio. Lo mismo sucede con el salteño Javier David, que había sido contabilizado en contra pero podría ser el único de los siete diputados de la provincia que podría reconsiderar su decisión. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se pronunció a favor del proyecto.
El martes por la noche, el obispo salteño ordenó colocar en la puerta de la Catedral la imagen del Señor del Milagro para “pedir” por la decisión que deben tomar los diputados de esa provincia.
Por último, el misionero Jorge Franco, que había anunciado su acompañamiento a la ley, hasta este miércoles a la noche no había llegado a la Cámara, por presuntas presiones que habría sufrido en su provincia por parte de su jefe político, el ex gobernador Carlos Rovira.
Nicolás Massot, presidente de bloque de PRO.
En ese contexto, en los pasillos del Congreso circularon rumores de todo tipo respecto de las operaciones de quienes rechazan el proyecto para convencer a los diputados indecisos a cambio de contratos y obras. Estas ofertas se las adjudicaban a uno de los principales referentes del bloque Cambiemos, quien se ganó incluso el malestar de varios de sus compañeros de bancada. En las filas del peronismo apuntaban, además, contra la gobernadora María Eugenia Vidal, a quien vinculaban con la promesa de obras en distritos bonaerenses.
Con el resultado ajustado, los diputados de las provincias que ya se manifestaron a favor del proyecto ponían todos sus esfuerzos para convencer a sus colegas aún indecisos. “Es un costo político muy alto para muchos de los que somos del interior, de provincias muy conservadoras. Esperemos que la ley salga”, dijo a Letra P un legislador del FPV que se pronunció a favor.
De acuerdo con la lista de oradores que circulaba esta noche en el Palacio, la votación será cerca de las 8 de la mañana del jueves.