El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que la decisión de recurrir al Fondo Monetario Internacional en procura de un préstamo se debió a la "volatibilidad" que existía en el mercado monetario nacional e internacional, y confirmó que el Gobierno no someterá al Congreso el acuerdo con ese organismo multilateral ya que "así lo establece la ley".
Además, aclaró que el pedido de ayuda financiera "no es para redefinir nuestra política económica ni para reducir nuestra soberanía" y volvió a insistir con que "la etapa más difícil ya pasó". "Nos enfrentamos a un tiempo histórico, ya que esas herramientas como podría ser un acuerdo con el FMI o con otros prestamistas nos exigen un mayor esfuerzo en términos de poder construir los acuerdos necesarios para lograr una mayor velocidad en nuestro camino hacia el equilibro fiscal", agregó.
Peña reiteró el diagnóstico de que la "situación de inestabilidad cambiaria" que generó una corrida al dólar y pérdida de reservas fue producto de una combinación de "factores externos e internos" que indicaban una reducción de la "confianza" en el país por parte de los inversores.
"Gracias a las medidas que fuimos tomando en el diseño del programa económico y en el fortalecimiento de nuestro Banco Central pudimos contar con las herramientas necesarias para terminar con esa volatilidad", afirmó.
En otro orden, aseguró que el objetivo del Gobierno es lograr un esquema tarifario "más justo" y criticó "la demagogia" de la oposición que impulsa el proyecto para retrotraer el precio de las tarifas de los servicios públicos. "Tenemos que seguir dando la discusión en materia de subsidios y tarifas", señaló durante su informe de gestión en la Cámara de Diputados y en medio del intento oficial por frenar la iniciativa que será tratada el 30 de mayo en el recinto de la Cámara de Senadores.
Asimismo, consideró que la iniciativa del peronismo para amortiguar el impacto de las tarifas es "contraria a la constitución y al federalismo", por que anticipó que el Ejecutivo vetará la ley.
Peña cuestionó "la demagogia de los que dicen que no nos endeudemos y que a la vez dicen que reduzcamos los impuestos porque sabemos que las dificultades existen", y señaló que el Gobierno está dispuesto a escuchar a quienes tengan "una alternativa para reducir el déficit y la carga tributaria" al mismo tiempo.
Los diputados del bloque del Frente para la Victoria-PJ recibieron al jefe de Gabinete con carteles colocados sobre sus bancas que decían "Macri miente". Además, lo esperaban con una batería de preguntas vinculadas no sólo a la política energética y el endeudamiento externo sino también respecto del alcance del plan gubernamental para la reducción del gasto, y en particular de la obra pública.
Al ser consultado sobre la marcha federal docente, a la que se sumaron diferentes gremios, el jefe de ministro aclaró que el Gobierno no fijó el techo salarial del 15% y señaló que “20 de 24 jurisdicciones ya cerraron paritarias docentes”.
LAS CHICANAS DE LA OPOSICIÓN. Uno de los primeros diputados de hacer uso de la palabra fue el kirchnerista Marcos Cleri, quien aseguró con la turbulencia cambiara “quedó demostrado que no son el mejor equipo de los últimos 50 años, sino que son los empleados del mes del FMI, son los CEOs del ajuste”.
A su turno, el diputado Leopoldo Moreau le apuntó al ministro de Finanzas Luis Caputo y lo comparó con una película que protagonizó Leonardo Di Caprio: "Caputo, que fue presentado por el jefe de Gabinete como un jugador de las grandes ligas del sistema financiero internacional, pasó en estos días de ser del Lobo de Wall Street al bobo de Wall Street. Los especuladores todavía se están riendo por las ganancias que obtuvieron por las torpezas de este Gobierno".