Por separado, el presidente Mauricio Macri recibió este viernes en la residencia de Olivos a los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Catamarca, Lucía Corpacci. En las citas con ambos mandatarios provinciales el jefe de Estado negó que el Fondo Monetario Internacional le exija, a cambio del crédito stand by que le pidió, el impulso de otra reforma laboral. Los encuentros son parte de una agenda de reuniones bilaterales con caciques peronistas que incluirá al salteño Juan Manuel Urtubey, al misionero Gildo Insfrán, al chubutense Mariano Arcioni y a la fueguina Rosana Bertone. En la lista no figura el riojano Sergio Casas, que le prodiga duras críticas al Gobierno desde la accidentada modificación del sistema previsional del año pasado y denunció aprietes para firmar el pacto fiscal.
“Las dos reuniones fueron casi calcadas, pero no hablamos de ninguna cuestión vinculada con asuntos electorales”, atajó también un funcionario de la Casa Rosada para negar el interés del oficialismo por reducir daños en las urnas en dos provincias gobernadas por distintas vertientes del peronismo, donde Cambiemos tiene pocas chances de revertir la situación.
En ambas reuniones, el Presidente aportó detalles “sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional, la turbulencia cambiaria y la agenda del Acuerdo Nacional para el Desarrollo”, confiaron a Letra P fuentes del Ministerio del Interior en referencia el eje central del tejido que diseña el Gobierno antes de firmar un nuevo endeudamiento con el Fondo, concentrado en discutir el presupuesto 2019 con cada uno de los mandatarios provinciales. Parte de ese diseño depende de la pauta de déficit fiscal que establezca el FMI luego de las negociaciones que, como mínimo, demorarán seis semanas. “La negociación con los gobernadores depende de las metas que tengamos de déficit fiscal. Falta para eso, pero la iniciativa del Gobierno es debatir esto con cada gobernador hasta llegar a un acuerdo que nos permita enviar un presupuesto previsible para el año que viene”, explicaron en Balcarce 50.
Según la fuente, tanto Macri como Frigerio les negaron a los dos gobernadores que la negociación con el FMI incluya un cambio en el sistema jubilatorio y otra reforma laboral, aunque el Ejecutivo ya presentó en el Senado un nuevo proyecto para insistir con el fallido proyecto para cambiar la legislación del trabajo. Sin embargo, uno de los puntos menos mencionados tiene que ver con las pautas de recorte presupuestario, que podrían generar más despidos de empleados públicos y la transferencia a las provincias del financiamiento de los subsidios a los servicios públicos.
Con Weretilneck hablaron sobre la agenda de inversiones en la provincia y Macri se puso a disposición de escuchar las sugerencias que tengan para el futuro. “Las provincias representan menos del 10% del déficit nacional gracias a las transferencias y en dos años y medio les hicimos el doble de coparticipación, además de que la recaudación crece exponencialmente para ellos”, detalló uno de los participantes del encuentro por parte del Gobierno.
En el caso de Corpacci, uno de los temas centrales tuvo que ver con las tarifas de la electricidad. La gobernadora planteó las dificultades que trajo en su provincia un amparo contra el aumento de la luz que presentaron diputados del radicalismo catamarqueño, por una deuda que mantiene la empresa eléctrica provincial EC SAPEM con la distribuidora CAMMESA. Gracias a ese pasivo, el Gobierno no destraba los fondos para financiar la tarifa social en ese territorio.
Luego de las dos bilaterales, Weretilneck habló del encuentro: "Lo vi con la confianza de que esta situación se ha superado y, obviamente, con la preocupación de seguir trabajando en las metas fiscales del país y de las oportunidades que tiene que tener el sector privado en torno al crecimiento de la economía. Le mostré los números para que esté al tanto de nuestro cumplimiento del consenso fiscal", explicó el mandatario, en un mensaje que generó “tranquilidad” en la Casa Rosada.
A diferencia del rionegrino, Corpacci no formuló declaraciones después de pasar por Olivos, pero antes había advertido parte de su diagnóstico. "El crecimiento económico que todos esperábamos no llegó. El consumo bajó, hay desempleo, el Estado no puede absorber más trabajadores, no hay inversión privada y esto hace que cada vez sea más difícil conseguir soluciones a los planteos de la sociedad. Los recursos no son los mismos y tampoco la decisión de las partidas que se envían a la provincia del Gobierno nacional para hacer viviendas. Veníamos de cuatro años de entregar muchísimas casas y hoy no podemos seguir de la misma manera y nos duele”, se quejó la gobernadora.
Desde el inicio de la crisis financiera el Presidente ya se reunió, para el mismo fin, con los "gobernas" de Córdoba, Juan Schiaretti; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Tucumán, Juan Manzur; de San Juan, Sergio Uñac; de Chaco, Domingo Peppo; de Misiones, Hugo Passalacqua; y de Neuquén, Omar Gutiérrez.