En el marco de sus clásicos informes de coyuntura económica, la Universidad de Tres Febrero dio a conocer un nuevo envío en el que apunta temas de gestión de macroeconómica del Gobierno de Mauricio Macri, y en el que se enfoca en detalle la relevancia de la evolución de los precios en el período que abarca los primeros dos años de la gestión Cambiemos. En ese lapso, “los precios de la economía se caracterizaron por una enorme volatilidad al alza, que el oficialismo llamó “sinceramiento”, detalla el trabajo llevado adelante por el Observatorio de Coyuntura Económica de esa casa de estudios, a cargo del ex ministro nacional y actual jefe de Economía de La Matanza, Roberto Feletti.
Los números que se destacan son impactos vistos de manera global. Por un lado, el alza de precios generalizada promedio alcanzó el 74,2%. Asimismo, la devaluación del peso fue del 103,1%. Del mismo modo, la UNTREF asegura que el precio promedio del litro de nafta aumentó un 130%. Mientras que las tarifas de luz, gas y transporte recibieron aumentos cuyo promedio está en torno al 650%.
Por otra parte, el impuesto inmobiliario urbano de la Provincia de Buenos Aires sufrió subas cuyo rango está entre el 900% y el 1.300%. Y la tasa de interés de las letras que el Banco Central coloca en el mercado financiero cerró el año pasado en el 27,25% y ha devengado intereses para sus tenedores en el 2016-2017 por $430.000 millones.
Uno de los problemas centrales, además de la inflación, es que el sueldo de los trabajadores registrados tuvo una evolución positiva inferior a la canasta de precios. “El aumento salarial promedio, sumando los dos años, fue del 57%. Y la tasa de desempleo abierto creció del 5,9% al final del 2015 al 8,7% en el segundo trimestre 2017”.
“Sin gradualismo, la Argentina pasó de una economía de precios regulados a una donde el mercado se erige como protagonista en la asignación de recursos. Los resultados se pueden apreciar en los puntos precedentes. El Banco Central pretendió controlar la inflación por el mecanismo monetario de retirar del mercado los llamados “pesos excedentes”, es decir aquellos que no tienen demanda para activos reales. Lo hizo por la vía de colocar instrumentos de absorción monetaria, las Letras del Banco Central (LeBac), a tasas elevadas para reducir los pesos disponibles circulantes. Esta política arrojó la evolución de precios antes citada, que denota una carrera apenas controlada entre precios, tasa de interés y tipo de cambio”, concluyó el informe.