Con la expectativa de que la séptima vez sea la vencida, diputados de distintos espacios políticos acordaron que en los primeros días de marzo, en una fecha cercana al 8, cuando está previsto el Paro Internacional de Mujeres, presentarán nuevamente el proyecto para avanzar en la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Así lo acordaron la semana pasada las legisladoras Mayra Mendoza y Mónica Macha (Frente para la Victoria), Nathalia González Seligra (PTS), Romina del Plá (PO) y Lorena Matzen (UCR- Cambiemos), junto a asesores de otros diputados de distintos espacios políticos y a integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
"Creo que esta vez tenemos posibilidades de avanzar. Las estadísticas nos dan la señal de que tenemos que ponerle un coto a lo que sucede, a la cantidad de muertes de mujeres que se producen en abortos clandestinos", dice Matzen, integrante del bloque oficialista. Militante en cuestiones de género, en las que se formó de la mano de una histórica referente radical en el tema, la ex diputada María Luisa Storani, la rionegrina califica como un signo de "madurez de la democracia" el trabajo transversal que hacen diputados de todos los bloques en el tema de la interrupción voluntaria del embarazo y afirma que es necesario "militar" para convencer a los legisladores y funcionarios que aún no acuerdan con el proyecto, hasta llegar al propio presidente Mauricio Macri, quien ya dejó trascender que no impulsará el debate.
-El último intento por avanzar en el debate fue en 2016, pero ni siquiera obtuvo dictamen de comisión. ¿Creen que esta vez la experiencia puede ser diferente?
-Creo que esta vuelta va a tener mucha más contundencia y más fuerza. Hay más de 500 organizaciones y va a haber un gran apoyo de los diputados. El recambio del Congreso permitió ingresar a muchos diputados que vemos con la visión de acompañar. Espero que nos sorprendamos con las firmas. Tenemos una gran posibilidad. La presentación se va a hacer en una fecha cercana al paro internacional de mujeres, que es el 8 de marzo, un día para el que esperamos una gran movilización. Antes de eso, el lunes 5 va a haber un pañuelazo. Convocamos a que todas las mujeres que apoyan esta ley se pongan su pañuelo verde y salgan a manifestar a las plazas de sus localidades. Sé que no es fácil. A partir de que se hizo pública mi posición, me han llegado mensajes de gente que está en contra de mi postura.
-¿Recibió agresiones?
-Los mensajes dicen como si uno fuera un asesino por estar a favor de esto, cuando, en realidad, lo que planteamos es que estamos a favor de la vida. Se respeta la postura en contra de la legalización del aborto, pero va perdiendo sustento, va quedando en una postura casi estrictamente religiosa. No van a aumentar los abortos porque esté legalizado, va a disminuir la cantidad de muertes por abortos clandestinos.
-Recién mencionaba el tema religioso. Usted lleva una medalla de la Virgen de Luján. Es católica pero defiende esa postura.
-Sí, soy católica y tengo dos hijas. Y quizá si estuviera ante la situación de un embarazo no deseado no elegiría abortar pero lo bueno es que podría optar. Tengo dos niñas mujeres y me gustaría que mis hijas tuvieran la libertad de opción. Pero hablamos de casos mucho más extremos porque quizá uno puede tener más posibilidades en la prevención y hay que trabajar mucho en eso. Vivimos en una época en la que parece que tendríamos que estar en avanzada en muchos temas y, sin embargo, hay docentes que no quieren hablar de salud sexual en las escuelas. Hay muchos temas tabú. Ojalá pudiéramos hablar de que hacemos una buena campaña de prevención de embarazo.
Matzen junto a Wisky y a Macri. Los dos diputados rionegrinos apoyan la interrupción voluntaria del embarazo.
-¿Cree que el hecho de que haya un papa argentino juega en contra en este tema?
-No lo he visto como un actor que realmente haya incidido en las decisiones de la política pública del país. Obviamente, respeto al papa Francisco, soy católica y para mí tener un papa argentino es un gran orgullo. Sin embargo, me parece que tenemos que trascender, ya no estamos en la Edad Media, en la época en la que la religión nos marcaba la vida particular. La religión tiene que ser un sustento espiritual que nos lleve a estar cerca de Dios y a no alejarnos de lo que implica defender la vida. Es muy importante entender que esta ley tiene que ver con eso. Esta ley no va a hacer que haya más abortos, va a hacer es que haya menos muertes. Es la principal lucha que todos tenemos. Va a poner en igualdad de condiciones a las mujeres que tienen poder adquisitivo con las que no lo tienen y a convertir este tema en una cuestión sanitaria. Se ha ido incrementando la cantidad de mujeres que año a año mueren por practicarse abortos clandestinos por no tener otra opción.
-Dentro del interbloque Cambiemos hay varios diputados que ya expresaron su apoyo, incluso algunos que ya habían firmado el proyecto en 2016. Sin embargo, el Presidente ya dejó trascender que no apoya el debate. Siendo diputada por el oficialismo, ¿qué perspectivas tiene de que logren avanzar en la aprobación de la ley?
-Ésa es la tarea. Tenemos que militar esta idea con cada uno de los diputados, de los funcionarios que están en duda y con el propio presidente. Dentro del bloque de la UCR y del interbloque Cambiemos hay muchos diputado que apoyan. En el caso de Río Negro, la provincia que yo represento, el diputado Sergio Wisky, que es médico, se pronunció a favor. Si aspiramos a ser un estado laico, a que Argentina sea cada vez un país mucho más abierto, si queremos hacer un gobierno bien progresista, creo que ésta es una de las leyes que son pilares o banderas de ese progresismo. Tenemos que aprovechar esta oportunidad.