Economías Regionales

Continúa la retirada de una poderosa multinacional en el Alto Valle

Obreros de la empresa Moño Azul publicaron imágenes del desguace que se realizó en una planta de General Roca. La sangría desde 2015 a la fecha.

El derrumbe de la fruticultura no para de golpear al centro económico del Alto Valle. Luego de suspender a empleados y de un éxodo en conjunto con otras corporaciones, trabajadores que todavía dependen de la empresa Moño Azul denunciaron un desguace de la planta que la firma tiene en General Roca y advirtieron que no saben nada sobre su futuro inmediato.

 

El traspaso de las sedes que tenían las empresas más poderosas a nivel mundial de fruta, como Expofrut, parece darle un golpe final a los cada vez menos puestos de trabajo. Según denunciaron empleados a Letra P, el proceso de desinversión fue progresivo hasta intensificarse en los últimos días.

 

Como describió José Luis Estrada, vocero de los empacadores, “la sorpresa fue cuando entramos y no había maquinaria” en la planta de la avenida Vintter, en el barrio de Steffenelli. Tras un pedido de inspección a Moño Azul, reclamarán una audiencia con la Secretaría de Trabajo de Río Negro.

 

 

 

Desde que se fusionó, en 2008, con el grupo italiano GF Group, Moño Azul es propietaria de más de 2.500 hectáreas, procesa y comercializa más de 80 mil toneladas por año demandados por el mercado interno y externo. Llega a todo el país, también a Brasil, Estados Unidos, Canadá, Europa y al continente asiático.

 

"Esto nos sorprendió, pero seguiremos reclamando por nuestro lugar de trabajo", comentó Estrada. Por ahora, el grupo de cinco trabajadores que no acordaron ser indemnizados (a diferencia del resto) seguirá presentándose en la planta.

 

Tiempos felices. El gobernador Alberto Weretilneck y el exintendente de Bariloche Gustavo Gennuso.
Damián Torres y Lorena Villaverde, comparten sello pero se diferencian en las formas del armado.

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