¿En qué democracia creen los brasileños?


 

BRASILIA (enviado especial) Si algo abunda en la víspera de las elecciones brasileñas de este domingo son las dudas sobre el futuro de la democracia. Para la derecha, el que la amenaza es el Partido de los Trabajadores, con su tendencia a la corrupción y al autoritarismo, siendo el primer elemento más comprobable que el segundo. Para la izquierda, en tanto, el peligro es Jair Bolsonaro, con su homofobia, su misoginia y su anticomunismo, sea lo que sea que eso signifique en la actualidad. Pero, por encima de esos temores, ampliamente difundidos, una encuesta indicó que la confianza de los brasileños en la democracia es la mayor de la historia. ¿Será así? O, en todo caso, ¿qué es lo que hoy se entiende aquí por democracia?

 

Más allá de las percepciones, hay hechos. El propio Bolsonaro dijo que no reconocería ningún resultado que no fuera su victoria y hasta advirtió sobre una posible “reacción militar” ante “el primer error del PT”. Su vice, Hamilton Mourão, dijo que si el Congreso no les permite gobernar habrá que reformar la Constitución, pero no a través de los mecanismos previstos sino en base a la decisión de “grandes juristas y constitucionalistas”. Para él, “una constitución no necesita ser hecha por los elegidos por el pueblo”.

 


 

Las prevenciones se hacen más fuertes cuando se tiene en cuenta un dato averiguado por Letra P: la candidatura de Bolsonaro es un proyecto de vieja data de las Fuerzas Armadas, destinado a la creación de una “nueva democracia” que reserve a aquellas un rol político predominante y que imponga un programa políticamente conservador, económicamente liberal y destinado a la erradicación de la izquierda considerada nociva para el país.

 

 

 

Todo el mundo tiene miedo, pero, de acuerdo con una encuesta reciente del instituto Datafolha, uno de los más respetados, la democracia como forma de gobierno tiene un respaldo récord entre los brasileños, que llega al 69%.

 

El indicador es el más elevado desde 1989 y supera el 57% del estudio anterior, realizado en junio último.

 

Por otro lado, el 12% cree que lo que Brasil necesita es una dictadura.

 

 

 

Los resultados, seguramente influidos por la inminencia de la apertura de las urnas, contrastan con otro, publicado en mayo último por el diario Valor Econômico, según el cual el 16% de los ciudadanos confiaba “poco” en la democracia, un 18% lo hacía “más o menos” y el 54% directamente declaraba haber perdido totalmente la fe en el sistema.

 

El trabajo, dirigido por Leonardo Avritzer, investigador de la Universidad Federal de Minas Gerais y director del Instituto de la Democracia, arrojaba que el 46,3% respondía “sí” cuando se le preguntaba si “se justificaría que los militares tomen poder por un golpe cuando hay mucha corrupción”.

 

DESTACADO Otro trabajo publicado por el diario Valor Econômico da cuenta de que el 54% de los brasileños perdió totalmente la fe en la democracia.

 

El 47,8% decía lo contrario, pero que la sociedad estuviera prácticamente dividida por mitades en torno a la cuestión era, por sí solo, motivo de inquietud.

 

¿Será que el bolsonarismo y la “nueva democracia” impulsada por los militares, aunque sus alcances sean desconocidos para la población local, viene a resolver el dilema?

 

Los brasileños apoyan la democracia. El tiempo dirá qué clase de democracia están eligiendo.

 

-Hay riesgo de un golpe de Estado en Brasil -le preguntó Letra P a uno de los más eminentes analistas políticos del país, el estadounidense nacionalizado brasileño David Fleischer, profesor emérito de la Universidad de Brasilia.

 

-No, no lo hay. Por ahora- respondió, sonriente.

 

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Emilio Pérsico

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