“De perfil bajo y amigable”. Así definen quienes lo conocen al fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, el funcionario que quiere tras las rejas a Pablo Moyano, uno de los líderes del gremio Camioneros.
El pedido de detención presentado la semana pasada generó un cimbronazo en el mundo gremial y en varios sectores del arco político criollo. Moyano hijo se enteró del planteo cuando llegó a Singapur, donde participó de un encuentro internacional de trabajadores del sector al que representa.
Scalera saltó a la escena nacional en junio de 2017, cuando impulsó una redada judicial que terminó con Jorge Castillo, “El Rey” de la feria "La Salada", en la cárcel. Ahora apunta a otro animal político de gran porte. Tras el mega operativo en Lomas de Zamora, el funcionarios judicial reveló: "Hay un fuerte apoyo institucional con el doctor (Julio) Conte Grand en la Procuración y hay un fuerte respaldo en profundizar todo este tipo de investigaciones pendientes para llegar hasta la matriz; la idea es ir a la matriz que generan todo este tipo de hechos".
Según la acusación del fiscal, Pablo Moyano y un grupo que también incluiría a su padre Hugo y a Héctor Maldonado, secretario general de Independiente y protesorero de Camioneros, integra una organización que desde 2014 hasta 2017 defraudó a la institución deportiva de Avellaneda. La carátula: “Asociación ilícita”.
En ese tiempo, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, era vocal de la Comisión Directiva del club, pero fuentes del Ministerio aclararon que estaba de licencia.
Ahora el juez Luis Carzoglio deberá decidir si hace lugar o rechaza la medida de coerción solicitada por el fiscal.