“Lo de fin de año fue una excepción. El Congreso no puede funcionar así”, dice del otro lado de la línea Álvaro González. El diputado de PRO también está del otro lado del río. Dialoga con Letra P desde Punta del Este, donde pasa sus vacaciones, durante el receso de verano en el Congreso Nacional, y analiza lo que dejó la sanción de la reforma previsional en la Cámara baja.
Convencido de que el escenario de ebullición no se repetirá durante 2018, remarca que Cambiemos debe apelar al diálogo permanente para aprobar leyes, dice que la denuncia contra diputados kirchneristas es “opinable”, pero repudia los hechos de violencia y dice que la sociedad “ya la desvinculó de la política”.
DE VACACIONES. Disfruta de la playa y veranea siempre en Punta del Este. Todos los días dedica una hora a nadar en el mar. Desconectado de la política, no llevó consigo a Uruguay ningún libro relacionado con su actividad y dedica el tiempo de lectura a la biografía de Elon Musk, el creador de Space X, la primera empresa privada de transporte aeroespacial. “Lo cautivante del libro es la personalidad del personaje, que es un obsesivo del trabajo y del cumplimiento de los objetivos. Vendió su primera empresa a los 24 años por 300 millones de dólares. A los 30 la segunda, Paypal. Y decidió apostar todo a Space X”, cuenta González
-En función de lo que sucedió en diciembre en la Cámara de Diputados, ¿cómo cree que va a influir en el año legislativo 2018?
-Creo que lo de fin del año pasado es una excepción. El Congreso nunca había tenido, al menos desde que yo soy diputado, un escenario de violencia como el que vimos en diciembre. Más allá de lo mal que le puede hacer al Congreso, creo que la democracia argentina y la sociedad ya decidió desvincular la violencia de la política. Al margen de eso, aunque en los años electorales el Congreso no tiene el mismo rendimiento, se sacó un número importante de leyes. Y eso se logró con acuerdos políticos, porque nosotros no tenemos número para hacerlo solos.
González es vicepresidente del bloque PRO y uno de los diputados más experimentados del oficialismo.
-Sin embargo, con la reforma previsional eso se complicó. ¿No cree que ese escenario se puede llegar a repetir en 2018?
-No, creo que la complicación de fin de año tiene que ver con que era un tema sensible, como es el previsional. En un país donde el 97 o 98 por ciento de las mujeres que tienen más de 60 o los hombres de más de 65 están jubilados, con un sistema previsional tan arraigado en cada familia…
-Cree que tuvo que ver con la naturaleza del tema.
-Sí, creo que fue más eso que el hecho de que haya una nueva forma de hacer política en el Congreso. Al menos quiero creer eso.
-¿Entonces cree que van a volver a articular con la oposición?
-Creo que sí. La sociedad también mira y juzga cómo se para la oposición frente al oficialismo. Y después te acompaña o no. La oposición no tiene que aplaudir todas las cosas que hace el oficialismo, pero tampoco puede hacer obstruccionismo.
-A fin de año Emilio Monzó dijo que va a tratar de mejorar la convivencia en 2018 y que creía que la denuncia contra diputados del kirchnerismo no colaboraba para eso. ¿Usted qué opina?
-A lo mejor por necesidad nosotros somos dialoguistas permanentes. Pero de la misma manera que algunos diputados dicen que no hay que judicializar la política - voy a tomar una frase prestada de Lucas Incicco- yo digo que no hay que politizar el delito. El tema de la denuncia es opinable, pero no es menos cierto que en el Congreso ocurrieron cosas que no deberíamos dejar pasar. Ahora, si a mí me gusta… no es un problema de gustos me parece.
-Monzó dice que se podría resolver dialogando.
-Siempre se puede resolver dialogando, en tanto y en cuanto no pasen cosas como las que pasaron. Porque si no quedo casi naif, negociar con tipos que tienen la clara intención de no sesionar. Está todo bien con que utilicemos las herramientas que permite el Congreso. No dar quórum, intentar tener más votos que el otro. Todo eso está dentro de las reglas de la democracia. Pero la violencia, no.