El Papa Francisco se metió este viernes en la crisis venezolana y reclamó suspender la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro, al tiempo que demandó al líder bolivariano que asegure “el pleno respeto de los derechos humanos fundamentales”.
“La Santa Sede manifiesta nuevamente su profunda preocupación por la radicalización y el agravamiento de la crisis en la República Bolivariana de Venezuela, por el aumento de los muertos, de los heridos y de los detenidos”, señaló en un comunicado la Secretaría de Estado del Vaticano.
Se informó que el Papa “sigue de cerca dicha situación y sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales”, y que “asegura su constante oración por el País y por todos los venezolanos, mientras invita a los fieles de todo el mundo a rezar intensamente por esta intención”.
“Al mismo tiempo, la Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales”, agregó el texto, a horas de la instalación de la Asamblea donde Maduro promueve una reforma constitucional.
En ese sentido, el Vaticano pidió también el pleno respeto “de la vigente Constitución” y que en ese sentido “se eviten o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente que, más que favorecer la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro”.
En otro párrafo, la Santa Sede, que en 2016 tuvo un intento de mediación en el país sudamericano que el propio Papa Francisco reconoció que “no funcionó”.
El comunicado del dicterio vaticano que encabeza el cardenal italiano Pietro Parolin finalizó con un llamado a la sociedad a “evitar toda forma de violencia”, y en particular a las fuerzas de seguridad “a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.