COMERCIO BILATERAL

Futuro negro para el biodiesel en EE.UU.: si bajan el impuesto, bajarán la cuota

El Gobierno minimizó el poder de lobby de los productores estadounidenses, de estrecha relación y afinidad con la administración de Trump. El rol clave de la Junta Nacional de Biodiesel.

En la relación bilateral de Argentina con Estados Unidos, el presidente Mauricio Macri comenzó a probar una medicina conocida desde que desembarcó en la política, cuando supo que los compromisos con los aportantes de campaña se cumplen desde el poder, tarde o temprano. Esta vez el sabor amargo se lo deparó su viejo competidor y actual amigo, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump. "Desde que llegó a la Presidencia, Trump bajó un lineamiento para todos los departamentos de su gobierno, y es que todas las decisiones deben estar en línea con las promesas de campaña", resumió a Letra P un lobbysta argentino, con residencia permanente en Washington, para explicar la previsible decisión del Departamento de Agricultura norteamericano, que esta semana aumentó los impuestos al ingreso de biodiesel argentino al mercado de ese país.

"Si las gestiones personales de Macri logran convencer a Trump para que baje esos aranceles, lo más seguro es que les reduzcan la cuota de ingreso", resumió la fuente, con el objeto de dimensionar el peso del lobby de la industria estadounidense del biodiesel, afincada en territorios donde Trump logró modelar su victoria electoral.

En el Palacio de Hacienda también admitieron que los productores del combustible vegetal son un público sensible para los republicanos y que difícilmente fueran a soportar la vista gorda de la Casa Blanca con los productos argentinos. Una de las corporaciones que más trabajó para la resolución que dañó el optimismo que tenía Macri luego de la visita del vicepresidente Mike Pence, es la Junta Nacional de Biodiesel, conocida por sus siglas en inglés NBB (National Biodiesel Board).

"El Departamento de Comercio encontró que Argentina e Indonesia proveen subsidios a sus productores de biodiesel en violación de las reglas del comercio internacional. Además, encontró circunstancias críticas para hacer frente a la oleada de importaciones procedentes de Argentina y después de nuestra petición, allanó el camino para la imposición de derechos retroactivos", celebró la NBB, mientras los funcionarios argentinos se agarraban la cabeza, porque nunca esperaron que los gravámenes para los exportadores criollos subieran tanto y afectaran dramáticamente las perspectivas que esperaban superar los 1.200 millones comercializados el año pasado.

Las empresas que forman parte de la NBB fueron, en su mayoría, fervientes adherentes a la campaña de Trump y coinciden con el cierre de las fronteras comerciales de Estados Unidos para preservar las fuentes de trabajo locales.

"Es un publico muy difícil, muy cercano a Trump, y creo que será muy difícil que se revierta esa decisión, aunque sólo podría cambiar por una gestión personal de Macri", pronosticó Diego Molinari, empresario y lobbysta residente en Miami, en referencia a los movimientos que ya prepara el Presidente, según anticipó Letra P. En su lectura, las empresas argentinas han dejado toda la gestión en el aparato diplomático, sin desarrollar las gestiones corporativas propias para evitar un escenario que era muy previsible, a partir de los mensajes de la NBB.

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