Elecciones 2017

Ante la falta de anclaje K en Mar del Plata, Cristina recurre a Scioli

El ex gobernador está en la organización del acto donde CFK lanzará formalmente su precandidatura. Es el puente entre sectores e instituciones territoriales que no tienen vínculo con La Cámpora.

La unidad Ciudadana que una vez más Cristina Fernández proclamará sobre un escenario, no encontrará eco entre las bases del territorio elegido para hacer el lanzamiento oficial de su precandidatura a senadora nacional. Es que Mar del Plata, lejos de haber podido amalgamar debajo de una misma lista las pretensiones de todos los sectores, puso en evidencia el endeble armado K en aquella ciudad balnearia. Ante la discordia peronista local, uno de los que tomó las riendas para organizar el acto, es el ex gobernador Daniel Scioli, quien pese a los cuestionamientos internos busca reubicarse en la escena marplatense y proyectarse para el 2019 como candidato a intendente.

 

Luego de un cierre caótico de la lista de Unidad Ciudadana en Mar del Plata -en donde La Cámpora definió que se conforme una única nómina y provocó un fuerte malestar entre distintos sectores del Frente para la Victoria y el PJ-, este viernes Cristina Fernández de Kirchner lanzará la campaña del espacio nacional en distrito gobernado por Cambiemos.

 

La elección de la ciudad no es azarosa. Mar del Plata es el segundo distrito de la provincia de Buenos Aires con mayor cantidad de electores y es el partido más importante de la Quinta sección electoral, capaz de torcer la balanza en cualquier elección legislativa. En el medio de un escenario local que muestra a la administración de Carlos Arroyo envuelto en una crisis económica y con cifras que dan cuenta que es la segunda ciudad con más desocupación, la ex Presidenta busca recrear el acto de Sarandí “donde los ciudadanos sean las figuras principales”, allanando el camino para que participen figuras del ámbito académico, científico, cultural, junto a emprendedores y docentes; centrando el discurso en las críticas al gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.

 

Con un clima caldeado y con fuertes cuestionamientos hacia la conducción que la camporista Fernanda Raverta lleva adelante en aquel distrito de la Quinta, los máximos operadores del espacio decidieron apoyarse en un dirigente que conoce la ciudad: el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli.

 

La decisión no es fortuita, sino que pretende bajarle el tono a la polémica que dejó el cierre de listas derivado del débil armado K en la Ciudad Feliz. Pese a que en el peronismo hay dirigentes reconocidos, el Frente para la Victoria no logró una construcción sólida y propia a nivel local, sino atada al poder territorial que Pulti construyó como intendente. En este sentido, los heridos que dejó el último cierre no son los únicos que aparecen al hacer un repaso de las decisiones que se tomaron en los turnos electorales de los últimos diez años.

 

En 2007, producto de la concertación plural, se decidió acompañar al radical Sergio Fares. En aquella contienda, Adela Segarra, pese a sus intenciones de pelear por la intendencia canjeó la construcción de un armado local por una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Dos años más tarde, en 2009, el kirchnerismo acordó con el entonces jefe comunal, Gustavo Pulti, fondos para Educación a cambio que se anote como candidato a testimonial para traccionar sus votos. En aquel momento consideraron que era la carta necesaria para el triunfo, pero el pronóstico fue errado y quedó tercero. En 2011, el kirchnerismo se enfrentó a Pulti respaldando la candidatura del ex embajador de Venezuela, Carlos Cheppi, quien finalmente quedó segundo. En esa ronda electoral, la actual diputada nacional por La Campora, Fernanda Raverta, alcanzó un lugar en la Legislatura provincial

 

El nuevo frente electoral del kirchnerismo, Unidad Ciudad, hoy está bajo el dominio de La Cámpora, puntualmente bajo la conducción de Raverta que - gracias a su madre de crianza, Adela Cegarra, miembro de Montoneros al igual que su padre Mario Montoto- obtuvo el respaldo de Néstor Kirchner primero y luego el aval de su hijo Máximo para erguirse como una dirigente referente del espacio. Pese a gozar de ese privilegio nunca pudo posicionarse electoralmente y siempre jugó detrás de los armados vecinalistas de Pulti. En este sentido, de cara a las próximas elecciones, si bien la diputada nacional podría usufructuar ese rol en post del crecimiento del espacio, decidió delegar la representación del frente a un hombre de la agrupación Descamisados, Marcos Gutiérrez, que responde a un sector minoritario y sin armado territorial.

 

Las tensiones entre la dirigencia local, por el predominio del camporismo sobre el armado peronista marplatense, también se replicaron en el armado seccional; donde se le dio lugar como cabeza de lista a Gervasio Bozzano, oriundo Maipú, distrito con escaso peso en la sección, lo que deja a Unidad Ciudadana al borde de quedarse sin representación en el Senado.

 

Frente a este deshilachado armado, se convocó al ex motonauta para que se ponga a la cabeza de la organización del acto que volverá a mostrar a Cristina Fernández ante la militancia y para que teja puentes con sectores territoriales que el kirchnerimo no tiene vinculación.

 

En este sentido, Scioli - que durante años utilizó Mar del Plata como su segunda casa, pintándola literalmente de naranja en los últimos veranos de campaña previo a su fallida aventura por llegar a la presidencia de la Nación- para intentar replicar el acto de Arsenal, se ha puesto en contacto con productores, comerciantes, operarios de fábricas recuperadas como la láctea Amanecer y con dirigentes de instituciones y clubes, como el de Peñarol, con el que se reunió recientemente.

 

 

Según pudo saber Letra P, en la cadena de llamados también hubo uno dirigido al ex intendente Gustavo Pulti. Desde la organización, buscaban contactarse con quienes estuvieron al frente de la construcción de algunos de los polideportivos iniciados durante su gestión y que quedaron inconclusos con el gobierno del actual mandatario de Cambiemos, Carlos Arroyo

 

En el medio de todo este armado, Pulti se mantiene al margen y continua con su plan de “deskirchnerización” para volver a captar el voto de la clase media marplatense. Con el mismo objetivo anda Daniel Scioli, que quiere empezar a mostrarse en la ciudad balnearia para medirse como eventual precandidato para el 2019. “Yo ya sé que presidente no voy a ser. Pero, ¿sabés qué me gustaría? Ser intendente de Mar del Plata. Si me dejan, la convierto en la Mónaco de Sudamérica”, le habría dicho el ex gobernador a un allegado tiempo atrás, quien debió oír una cadena de chicanas de la dirigencia marplatense en la que le recordaban sus ocho años de gobierno en la provincia y sus pocas gestiones en Mar del Plata.

 

Pese a eso, y ya con esa idea plantada en su mente, el pedido de “auxilio” para llevar adelante el acto en La Feliz cayó en el momento justo para el ex candidato a presidente del FpV.

 

El gobernador Maximiliano Pullaro encabezará la lista del oficialismo para las elecciones del 13 de abril.
Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén e hijo descarriado del MPN.

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