Será una nueva “terapia grupal”, aunque lejos de los retiros espirituales de paisajes verdes y aires serranos. La UCR tendrá este martes en el céntrico hotel Savoy un encuentro clave para salir del estado de ebullición en que se encuentra el partido por el armado de listas de Cambiemos. Más precisamente, por la elección discrecional de candidaturas, que parece haber quedado en manos del presidente Mauricio Macri, con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, como brazo ejecutor.
La cumbre, a puertas cerradas, tendrá lugar desde el mediodía y será encabezada por el titular de la UCR, José Corral, quien es además intendente de Santa Fe, donde hace pocas horas su sector rompió la alianza histórica con el socialismo y eligió jugar en Cambiemos. Es sólo una pieza del rompecabezas que el partido centenario tiene en cada provincia.
Del cónclave de este martes participarán autoridades del radicalismo -entre ellas el titular de la Convención Nacional, Jorge Sappia-, senadores y diputados nacionales. Todos ellos buscarán limar asperezas hacia adentro para luego endurecer hacia afuera la postura frente al PRO, con un pedido de negociación global a tres semanas del cierre de listas.
El detonante de la furia radical fue, tal como reveló Letra P, el veto de Macri a la candidatura de Mario Barletta en Santa Fe. El ex titular de la UCR fue marginado por Peña, quien decidió que la lista sea encabezada por el actual secretario de Políticas Universitarias, Albor Cantard. Otro caso paradigmático es Córdoba, donde el PRO quiere imponer nuevamente al ex árbitro de fútbol Héctor Baldassi, mientras que el radicalismo pretende colocar como figura al diputado Diego Mestre, quien debe renovar su banca.
En las últimas horas, quien salió a despotricar contra estas maniobras fue el siempre crítico Raúl Alfonsín, quien aclaró que “Cambiemos es un frente electoral, parlamentario, no de gobierno”, pero advirtió que “eso no significa” que la UCR deba ser un “convidado de piedra”. “Tenemos que tratar de influir en las decisiones”, reclamó el diputado por Buenos Aires, quien, dicho sea de paso, confirmó que no será candidato este año.
La furia radical no es para menos: en Diputados, se termina el mandato de 20 de los 36 integrantes del bloque, es decir, más de la mitad de los escaños que hoy posee. En el Senado el panorama es más aliviador, ya que sólo tres legisladores arriesgan sus bancas (la jujeña Silvia Giaccoppo, el formoseño Luis Naidenoff y el santacruceño Alfredo Martínez). El PRO, en cambio, renueva sólo 13 de sus 41 bancas en Diputados, y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, la tercera fuerza de Cambiemos, reelige tres de cinco.