A menos de una semana de la presentación de listas de candidatos de cara a las elecciones legislativas del 2017, distintos referentes de diversos espacios políticos salieron a cuestionar la “utilidad” del primer paso de los comicios de medio término: las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.
El jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, reconoció esta mañana en conferencia de prensa que el Gobierno quiere “discutir el rol de las PASO” porque “claramente estamos viendo que este experimento único en el planeta tiene enormes problemas y extiende mucho más la discusión electoral”.
Cambiemos, por decisión de Mauricio Macri, buscó evitar internas en todos los distritos en los que compite, a excepción de algunas provincias donde la Unión Cívica Radical se plantó firme y forzó una competencia hacia dentro de la coalición que gobierna el país desde diciembre de 2015. En otras palabras, la decisión del presidente de presentar lista unificada en la mayoría de los distritos elimina la posibilidad de utilizar el instrumento de las PASO, cuestionado por distintos sectores políticos.
Las críticas tuvieron eco en la Ciudad de Buenos Aires: el diputado por el Partido Socialista Auténtico Adrián Camps presentó un proyecto de ley para derogar el anexo primero de la Ley N°4894, que fue aprobada por la Legislatura porteña en 2013 y adhirió al régimen de las PASO nacional que había logrado el kirchnerismo en el Congreso en 2009.
Para la elección de cargos porteños, el sistema se utilizó por primera vez en 2015 cuando Gabriela Michetti decidió enfrentar a Horacio Rodríguez Larreta, en la primer y única interna del PRO que centralizó toda la atención de los comicios, hasta que Martín Lousteau complicó al macrismo en el ballotage por la Jefatura de Gobierno.
“Las PASO le cuestan al país $27 mil millones, cuando esos fondos se podrían utilizar para mejorar la salud y la educación pública, que están en situación de emergencia”, fundamentó el legislador porteño.
Además, según la visión de Camps, las primarias abiertas “paralizan la gestión pública por varios meses en los tres poderes, ya que los funcionarios públicos se enfocan más en la campaña electoral que en solucionar los problemas de los vecinos”.
“La finalidad que tienen es que los porteños voten una encuesta obligatoria, cuyo único fin es proscribir a los partidos que no superan el 1.5% de votos. Cristina Kirchner, impulsora de las PASO, evitó competir con Florencio Randazzo, y Rodríguez Larreta actuó de la misma manera frente a Lousteau”, cruzó el edil.
Para Camps, “las listas deberían definirlas los afiliados de los diversos espacios políticos”.