El sector del peronismo bonaerense que respalda a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner busca evitar la ruptura tras la tensión que generó este martes la presencia del ex vicepresidente Amado Boudou y de Luis D' Elía en el Centro Cultural Caras y Caretas donde tenían previsto hacer un encuentro de dirigentes para mostrar fuerza electoral. "Hay presencias que molestan", confirmó a Letra P un barón del conurbano al salir del edificio del Frente Nacional Peronista ubicado en la calle Bolívar 448, donde los intendentes se reunieron a media tarde para acordar un documento.
Los dirigentes iban y venían desde la sede del Frente Nacional Peronista y el edificio ubicado en Venezuela al 300, donde el comienzo del acto estaba previsto para las 18.
Una hora después, el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, salía apurado hacia la calle Bolívar, donde el resto de los jefes del conurbano, pasadas las 20, discutía si se trasladaba hasta Venezuela o no.
Detrás de Cascallares llegaba el diputado nacional y uno de las cabezas de La Cámpora, Eduardo "Wado" de Pedro, sin certezas sobre lo que pasaba.
Pocos minutos después, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde dejaba el edificio peronista, seguido por su par del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús; pero sin cruzarse con los intendentes de Esteban Echevarría, Fernando Gray y Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, que llegaron sobre las 19.30. De Pedro salía un rato después hacia el Caras y Caretas, con la certeza de que ya varios intendentes se habían bajado del encuentro.
En la calle Venezuela esperaban para el acto el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella,el ex vicegobernador Gabriel Mariotto, el ex vicepresidente y D' Elía, entre otros. También los sciolistas Alberto Pérez y Cristina Álvarez Rodríguez y los intendentes de La Matanza, Veronica Magario y de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
"Con Cristina todo bien, hay otros que no tienen nada que ver", le dijo a Letra P un intendente del interior bonaerense que se fue anunciando la salida de varios de sus colegas.
El cierre no fue el esperado. Los intendentes que en las últimas reuniones con Máximo Kirchner se mostraban abiertos a un gran frente peronista y una lista de unidad surcaron la grieta peronista y decidieron no ir al Centro Cultural "Caras y Caretas" regenteado por el titular del PJ porteño, Víctor Santa María. Así, sólo Magario,Ferraresi, Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Mario Secco (Ensenada), caminaron las dos cuadras que separan la sede del Frente Nacional Peronista del Caras y Caretas. El resto se fue por su cuenta para evitar la foto con Boudou, D´Elía y compañía.
Quisieron sin embargo bajarle el tono a la decisión de no asistir al encuentro en el que el titular del gremio de los porteros oficiaba de anfitrión. "Los intendentes estamos todos juntos", avisaba el jefe comunal de Merlo, Gustavo Menendez.
Tras la tensión, los jefes comunales pidieron una reunión con Cristina para delinear un camino. Ese encuentro podría darse el próximo sábado, pero por ahora no hay confirmaciones. Una de las lecturas es que con la no asistencia le marcan la cancha tanto a La Cámpora como a la CFK.
En algo coincidieron todos: nadie habló del ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo que busca con otros intendentes (Juan Zabaleta, Hurlingham; Gabriel Katopodis, San Martín y Eduardo Bucca, Bolívar) la interna en el PJ para eregirse como el candidato a senador nacional.
