Sancor, acorralada: con plantas tomadas, piden que Lifschitz apure a la Nación
La cooperativa lechera pide que Santa Fe ayude a destrabar el préstamo de $450 millones parado por diferencias entre la Rosada y el gremio Atilra. Hubo manifestaciones de obreros en Sunchales.
Sancor, la segunda empresa láctea más grande del país, vive hoy el peor momento de su historia con todas sus plantas paradas y una ayuda oficial de $450 millones parada por diferencias entre el Gobierno Nacional y el gremio de los trabajadores lácteos (Atilra). En este escenario, el sindicato apuesta a una rebelión de los trabajadores y la intervención del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.
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Luego de que se empantanara el acuerdo entre Atilra, Nación y representantes de la industria láctea ante la negativa del gremio de ceder el bono solidario de $3300 por trabajador que pagan las empresas grandes al sindicato, no llegó el dinero esperado por Sancor.
La falta de ese efectivo impulsó otra vez el rebote de cheques a varios tamberos y otros proveedores y llevó hoy al presidente de la empresa, Gustavo Ferrero, a hacer un pedido casi desesperado “a la reflexión” por parte del gremio y el Gobierno. En concreto, busca que alguna de las partes ceda y la empresa reciba los $450 millones con los que aspira a ganar tiempo y realizar el “ajuste” puertas adentro de la cooperativa.
La cooperativa va de mal en peor desde que el año pasado empezó a sufrir problemas financieros. La situación es tal que casi la totalidad de los 4 mil empleados no cobran hace un mes y medio y las 14 plantas están casi paradas por la falta de materia prima.
UN TIRO POR LIFSCHITZ. La situación de la empresa, atrapada en la negociación entre el Gobierno y Atilra, llegó esta semana a la dificultad extrema. Como intento desesperado, mientras el presidente Mauricio Macri está en Estados Unidos, directivos de Sancor intentaron gestiones con el gobierno de Santa Fe. Puntualmente, buscan que el gobernador Miguel Lifschitz interceda para que el Gobierno Nacional les libere aunque sea parte de esos 450 millones para sostenerse.
Desde la profundización de la crisis de Sancor, el gobierno santafecino se mostró receptivo con los problemas de la empresa láctea, pero los funcionarios aseguran que no tienen margen para asistir financieramente a la empresa.
DIVISION EN ATILRA. La postura del gremio lácteo que conduce Héctor Ponce sufrió los últimos días un escollo inesperado. Un grupo de trabajadores de Sancor decidió “autoconvocarse” para pedir que “todos los sectores hagan un esfuerzo para llegar a un acuerdo”. En concreto, los autoconvocados se manifiestaron en Sunchales y en otras plantas de la empresa, como el Centro de Distribución de Panamericana para diferenciarse de la postura del gremio de Ponce.
“Somos rehenes de una cuestión que nos es ajena, no tenemos nada que ver con los aportes y necesitamos preservar nuestra fuente de trabajo”, dijo Ariel Zubelsu a Letra P. Frente a esta situación, el gremio intentó poner paños fríos y propuso que el resto de los afiliados de otras empresas donaran parte de su sueldo. La idea con prendió en los operarios de Sancor, que hoy volvieron a manifestarse.