En un esfuerzo por mirar el vaso medio lleno tras la violencia desatada la semana pasada frente al Congreso, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, sostuvo que “la democracia salió fortalecida” de esos episodios y consideró que, lejos de profundizarse, “la grieta disminuyó”.
“La democracia argentina salió fortalecida de ese intento de voltear el funcionamiento del Congreso”, evaluó Pinedo en diálogo con radio Mitre, y subrayó que “se quería fijar un precedente y una democracia inestable a merced de grupos marginales, pero la democracia le ganó a los forajidos”.
Pinedo opinó que en la protesta contra el ajuste jubilatorio, hubo “un intento muy violento, casi sin límites ni reglas, de romper el funcionamiento de una institución central de la democracia”, ya que “esas piedras iban orientadas a tratar que el Congreso no funcionara”.
“Si lo lograban, Argentina se iba a convertir en un país donde uno puede tirar piedras o eventualmente matar a un policía, y lograr que el Estado dependa de vos”, explicó.
En tanto, el presidente provisional de la Cámara alta dijo que como producto de esa jornada “disminuyó la grieta, porque la grieta comenzó con la Argentina partida por la mitad: el año pasado eran un tercio, dos tercios, y ahora con esto de la violencia es nueve a uno, un 9% que está en contra y un 1% que está a favor”.
En la misma sintonía se había manifestado, en una entrevista con Letra P, el diputado nacional del PRO Fernando Iglesias, quien advirtió que “si se hubiera caído la sesión del lunes”, donde finalmente se aprobó la reforma previsional, “hubiera sido un golpe institucional”.
“Lo que hemos tenido fue una banda de forajidos perfectamente organizados, mil personas como mucho, decididas a tomar el Congreso, como ocurrió en su momento en 2001 en Casa Rosada”, comparó Iglesias.