La cercanía de la Bolsa de Valores con el viejo edificio del Correo –donde hoy funciona el CCK- puede considerarse una mera coincidencia territorial. Pero no lo fue el lunes pasado, cuando Macri anunció su plan de reformas. En este caso, la cercanía con la Bolsa fue emblemática. Es que el presidente no le habló al país, sino a los fondos y calificadoras de riesgo que lucran con la deuda argentina.
Apenas terminado el discurso presidencial, Standard and Poors subió la calificación del país. Naturalmente, la valoración de los argentinos que viven de su trabajo fue muy diferente. El Gobierno se apresta a confiscarles 6.000 millones de dólares anuales a los jubilados, al cambiar el cálculo de movilidad de sus haberes. Al mismo tiempo, está en carpeta un aumento de la edad jubilatoria.
La Argentina “moderna” del Presidente consiste en el retroceso de un siglo en las relaciones laborales, con la reducción o eliminación de los derechos indemnizatorios, la tercerización generalizada y la eliminación de las horas extras, entre otros atropellos.
El Gobierno ha presentado a este plan como de “reducción del déficit fiscal”. No es cierto, porque dispone la baja de aportes patronales y de diversos impuestos de aplicación provincial sobre las empresas. Ello engrosará un quebranto fiscal que seguirá cubierto con nuevo endeudamiento, el cual ya representa las dos terceras partes del producto bruto.
Estamos ante un plan de incentivos brutales al gran capital, pagado con exacciones a la población y con el hipotecamiento del país, que hoy se facilita por la liquidez y las bajas tasas de interés reinantes en el mercado financiero internacional. El final de este ciclo es conocido: bastará una reversión de esas condiciones y/o la saturación de la capacidad de deuda para hacer volar por los aires al cambio de Cambiemos.
El silencio y fragmentación de la oposición pejotista y kirchnerista, y de sus representantes en la CGT, anticipa un rumbo de convalidación frente a este ajuste. Es necesario preparar una respuesta de lucha, en la cual la izquierda comprometerá todas sus fuerzas.