A 24 horas de la prohibición que establece la ley electoral para realizar actos de Gobierno antes de las legislativas del 23 de octubre, el presidente Mauricio Macri encabezó dos actos de gestión y proselitismo en la Provincia de Buenos Aires: uno en San Miguel del Monte, localidad agraria, y otro en Tres de Febrero, una de las cabeceras del oeste del conurbano. También estiró la agenda para volar a Neuquén y repetir el libreto de nacionalización de la campaña, con duros señalamientos contra el kirchnerismo. Antes de las arengas patagónicas, más orientadas a la competencia electoral en Santa Cruz que a pelearse con el oficialista Movimiento Popular Neuquino, Macri arrancó la agenda electoral de este viernes en la cuenca del Salado, donde recorrió junto a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Ambos posaron para las fotos en pleno recorrido por "la cuarta etapa de ensanche y profundización del cauce del río Salado, destinadas a evitar desbordes e inundaciones en zonas productivas del centro de la provincia", informó la Casa Rosada. La presencia de ambos, y la repetición ante la prensa de esas obras confirman que el impacto electoral que tienen las inundaciones en el corazón agrario bonaerense.
El ensanchamiento del río es "el más grande de todos con 200 kilómetros de extensión, que no estaba licitado al asumir el Gobierno, pese a que el Plan Maestro Integral se creó en 1997, hace 20 años", detalló la Presidencia, para responsabilizar de las consecuencias aluvionales a la "herencia recibida". "En total se beneficiarán más de un millón de hectáreas que durante décadas sufrieron el impacto negativo de las inundaciones con el consecuente perjuicio económico para los productores de numerosas localidades de la región", detalló el parte oficial, en referencia a la visita que hicieron Macri y Vidal en el partido bonaerense de San Miguel del Monte, rodeados por el ministro de Interior Rogelio Frigerio, el secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis; la intendenta de Monte, Sandra Mayol; el subsecretario de Recursos Hídricos de Nación, Pablo Bereciartua, y el cuestionado ministro de Infraestructura provincial, Roberto Gigante, acusado por la oposición de ostensibles demoras en trabajos clave para mitigar las consecuencias de las inundaciones. Gigante, antes de desembarcar en La Plata, fue la mano derecha del actual intendente de Lanús, Néstor Grindetti, cuando ambos cumplían funciones al frente del ministerio de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires.
Segunda escala electoral: conurbano. Luego del despliegue para reducir daños electorales por las inundaciones, Macri y Vidal volaron al oeste del conurbano, para lanzar el Metrobús de Ruta 8, una de las obras públicas que Cambiemos se encargó de acelerar antes del comienzo de las prohibiciones que el cronograma electoral le impone a todos los oficialismos con funciones ejecutivas.
Junto al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, Macri y Vidal se subieron en la estación Hugo del Carril a un colectivo de la línea 176 e inauguraron este nuevo corredor para los colectivos que unen ase distrito, gobernado por Cambiemos, y San Martín, el partido del noroeste del conurbano, que administra Gabriel Katopodis, encolumnado con Cumplir - PJ, la fuerza que encabeza el candidato Florencio Randazzo.
Tanto Tres de Febrero como San Martín son dos de los distritos más populosos de la primera sección electoral, y uno de los territorios donde el oficialismo concentró buena parte de su agenda de inauguraciones para mejorar los resultados obtenidos en las primarias del 13 de agosto.
"Cada vez que se termina una obra es realmente una fiesta y el comienzo de muchas cosas porque, como decía María Eugenia, a partir de que se termina una obra empiezan muchas otras cosas nuevas. Hoy es alrededor de poder viajar: viajar seguros, viajar más rápido, viajar cómodos, sentir que también ustedes podían tener esto y no solamente verlo por televisión, que parecía que era para los que estaban en la Ciudad de Buenos Aires", arengó Macri, calzado en el traje de candidato, un atuendo que no abandonará hasta dentro de 15 días, pero desde el lunes despojado de la posibilidad de capitalizar inauguraciones y actos de gestión. Esa posibilidad conluirá este sábado, dentro de un despligue electoral conducido por la Casa Rosada, que intentó nacionalizar la campaña en todo el país alrededor de la figura del Presidente, algunos de sus ministros y la mandataria bonaerense.
La demostración práctica más reciente de esa alquimia se vivió en la inauguración del Metrobús de la Ruta 8: el eje del acto no estuvo concentrado en el carril exclusivo, sino en una teleconferencia con Jujuy, donde Macri dialogó con el cuestionado gobernador provincial Gerardo Morales, que estaba junto al jefe de Gabinete Marcos Peña y al ministro de Energía Gerardo Aranguren para lanzar instalaciones generadoras de energía a partir de luz solar.