ELECCIONES 2017

La campaña de la pelota: promesas de Mundial para neutralizar el fútbol pago

El Gobierno puso en marcha una fuerte promoción de la pelea por la organización del torneo 2030. La Ciudad, a su vez, se mueve con los Juegos de la Juventud. La sombra negra de no llegar a Rusia.

A 15 días de las legislativas de octubre, Cambiemos profundizó la diplomacia deportiva internacional con el anuncio de un proyecto conjunto con Uruguay y Paraguay para disputar la sede del Mundial 2030 y el relanzamiento de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 que se realizarán en la Ciudad de Buenos Aires. Ambas postales, protagonizadas por el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, fueron evaluadas como parte de una estrategia de discurso electoral “desde la gestión”, cuando la cuenta regresiva para el final de la televisación abierta del fútbol está por terminar.

 

“Después de todos los panegíricos que lanzó la oposición por el final del Futbol para Todos, cada vez falta menos para la codificación de los partidos y el tema desapareció de la agenda”, evaluó un funcionario de la Casa Rosada ante las consultas de este medio. La reunión que encabezó Macri este martes en Balcarce 50 junto a sus pares Horacio Cartés (Paraguay) y el esquivo Tabaré Vázquez (Uruguay) tiene un riesgo: si la selección nacional cae en la ciénaga de las eliminatorias para el Mundial Rusia 2018, los humores electorales podrían oscurecer todas las iniciativas deportivas, al menos por un tiempo.

 

En el Gobierno minimizan la variable de la derrota y exhiben el acuerdo con los dos países limítrofes como un éxito de la Casa Rosada, porque inicialmente el mandatario uruguayo se resistió a incluir al Paraguay en el proyecto. “Esto es un plan que va más allá de la coyuntura, es un paso histórico para ofrecer un marco de previsibilidad para inversiones de infraestructura muy importantes para la región”, cintureó una fuente de Cambiemos para tomar distancia del impacto general que pueda tener un revés irreversible en las eliminatorias para 2018.

 

 

Pero detrás de los tironeos diplomáticos con Montevideo y Asunción, hay un capítulo resuelto que tendrá un impacto directo en el “clima de los negocios deportivos”. Es, sin dudas, el final del Futbol para Todos, cuya fecha de defunción es inminente, a partir del acuerdo promovido por el Gobierno para que Fox y Turner se queden con la televisación del fútbol de primera por un plazo de cinco años, con opción a otro lustro. El acuerdo firmado con la Asociación Fútbol Argentino (AFA), bajo la tutela de la secretaría General de la Presidencia, (que quedó a cargo de la liquidación final del FpT) incluyó un pago inicial de 1500 millones de pesos, en calidad de “llave” y una cuota anual de 3200 millones por cada temporada. Del otro lado del mostrador, el público deberá pagar un piso de 300 pesos mensuales a los proveedores de cable para acceder a la televisación.

 

Hace tres meses, antes de las PASO, la privatización de la televisación era una preocupación electoral para Cambiemos. Fue destrabada a partir de un acuerdo con las empresas para aplicar  la comercialización luego de octubre. A la distancia de esa virtual imposición para las empresas, en el oficialismo consideran que el plan de reducción de daños “fue útil para sacar el tema de la agenda antes de octubre”, un impacto que comenzará a cambiar cuando los partidos dejen de verse en forma gratuita.

 

“Respecto al jueves es un partido – sin dudas – de mucha presión, pero confío plenamente en los jugadores, en el técnico, estoy confiado en que vamos a sacar un buen resultado y vamos a ir al Mundial de Rusia, a tratar de hacer una buena performance, así que esperemos que - más allá del afecto por los peruanos - que tengamos una noche de alegría para los argentinos”, dijo Macri durante la presentación conjunta con Cartés y Vazquez, donde el mandatario uruguayo recordó que las gestiones iniciales fueron promovidas desde Montevideo en 2005, en un proyecto binacional con Buenos Aires. “Quiero volver a reiterar, que más allá que la propuesta original vino del Uruguay, que nos invitó a que organizásemos juntos el Mundial,  y que la acepté en menos de 40 segundos, como dice Tabaré, cuando le propuse incorporar a Paraguay él también, en menos de 40 segundos, me dijo estar de acuerdo y que Paraguay solo debía manifestarlo públicamente, como corresponde; él es muy correcto, siempre formal y me pareció bien, así que no hubo tal diferencia”, respondió Macri para desmentir las versiones sobre el malestar uruguayo ante la iniciativa argentina de sumar a la nación guaraní.

 

 

 

Pero las quejas existieron y fueron pronunciadas por el Secretario de Deportes de Uruguay, Fernando Cáceres, que habló hace diez días por orden de Tabaré. "Nosotros no tenemos nada contra Paraguay, pero hay molestia porque no ofrecieron una propuesta formal para la organización del Mundial 2030" dijo el funcionario a la agencia estatal Télam para manifestar el malestar ante la postergación de una reunión de la Comisión Binacional conformada entre Argentina y Uruguay para la candidatura conjunta. "Desde Argentina sugirieron la posibilidad de que el encuentro se realice en Paraguay, pero para nosotros no es correcto, mientras no haya una propuesta formal y concreta", disparó el funcionario de Tabaré. Las quejas fueron escuchadas por Macri, que cumplió con las formalidades que la reclamó Cáceres y cerró el acuerdo con Paraguay.

 

Este miércoles, un día después de las exhibiciones de “diplomacia deportiva” de la Casa Rosada, Larreta presentó los anillos olímpicos de los juegos porteños y los colocó frente al Obelisco, dentro de la agenda de campaña. Lo hizo junto al titular del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, y oficializó la cuenta regresiva del evento deportivo que se realizará en la villa que construye la administración porteña en el barrio de Lugano. Su concreción, dicen en el Gobierno, es el resultado de cuatro años de gestiones en manos del actual Presidente y su entonces jefe de Gabinete, hoy al frente del Ejecutivo capitalino.

 

“Es la primera vez en la historia que vamos a organizar un Juego de alcance mundial. Vamos a ser el centro de atención del mundo durante esas dos semanas y estamos seguros de que aprovecharemos esa oportunidad para mostrar de lo que somos capaces los argentinos”, arengó Larreta e informó que “ya están muy avanzadas las obras del Parque Olímpico, donde se desarrollará gran parte de la competencia” que reunirá a unos 4.000 atleta de elite, provenientes de 206 países, que estarán en Buenos Aires entre el 6 y el 18 de octubre del 2018. Todo sucederá en cuatro parques porteños, que “serán el escenario de la mayor parte de las competencias: el Parque Olímpico de la Juventud en el sur de la ciudad, el Parque Urbano en el este, el Parque Tecnópolis en el oeste y el Parque Verde en el norte”.

 

 

 

Así como Macri se mostró con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, Larreta hizo lo propio, y posó junto a Werthein y a Li Lingwei, encargada del COI para los juegos porteños. La plataforma de televisación de los juegos que relanzó Larreta también será parte del “clima de negocios” que promueve la Rosada. Sus detalles recién se conocerán luego de octubre, cuando el público ya comience a pagar sus abonos por la privatización del fútbol.

 

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