La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió este martes en una audiencia en Montevideo, Uruguay, una serie de denuncias sobre “violaciones a los derechos laborales” durante el gobierno de Mauricio Macri.
Las denuncias están fundadas en la “arbitrariedad” de los pedidos de juicio político a los jueces laborales por el contenido de sus sentencias; en los “ataques a los abogados como forma de obstaculizar el acceso a la Justicia”; y la “criminalización de la protesta social y del conflicto colectivo del trabajo”, entre otros ejes.
“Se busca eliminar la representación de los trabajadores y se lo hace atacando a los abogados laboralistas, a los jueces del trabajo y a los sindicatos. Se necesita imponer un clima para avanzar después con una reforma laboral regresiva, que es en sí misma inconfesable y que, entonces, es presentada bajo un ataque a una presunta corporación”, afirmó Matías Cremonte, presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL), una de las entidades impulsoras de la denuncia.
La audiencia celebrada en Uruguay fue convocada a pedido de AAL, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las dos CTA, Aceiteros, ATE, SUTEBA, Metrodelegados y la Asociación Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo (ANJUT), entre otros gremios.
“El Gobierno ataca a los abogados que defienden trabajadores, a los jueces laborales que tienen el mandato legal de garantizar el principio protectorio, interviene sindicatos y toma como enemigos a aquellos que ejercen la representación colectiva del eslabón más débil del mundo del trabajo”, dijo Cremonte, uno de los oradores de la audiencia.
El documento de la denuncia será analizado por la CIDH, órgano de la OEA, que deberá resolver qué medidas adopta en relación a la responsabilidad jurídica internacional del Estado argentino.
El texto señala que “en los últimos meses en la Argentina se ha verificado un cuadro de hostigamiento y criminalización de dirigentes sindicales, la ‘intervención’ de diversos sindicatos y la estigmatización y persecución de jueces del fuero laboral y de abogados ligados a la defensa de los trabajadores”.
“El agravio permanente a los abogados comprometidos con la defensa de los derechos de los trabajadores busca atemorizarlos y dificultar que cumplan su función primordial: ser el puente entre los trabajadores y la Justicia laboral y otras instancias administrativas. Se trata de un ataque a la representación de los trabajadores, con el objetivo de eliminar la defensa legal y la acción colectiva, de modo de retornar a la relación individual entre la empresa y el empleado, justamente la razón de ser del derecho social”, agrega el documento.